La Librería Lerner comienza un camino distinto con la apertura oficial de su sucursal, en Medellín. En una casa del barrio Provenza que también es habitada por la gente de Diamantina y La Perla, llega para hacer mejor la vida de los lectores locales
La poesía es tal vez la responsable de que Salomón, uno de los hijos de Berta y Samuel, y el fundador de la Librería Lerner no se haya dedicado a los textiles o a los negocios tradicionales que tuvieron otras familias judías a mediados del siglo veinte, en Latinoamérica, después de huir de Europa.
Su nacimiento el 21 de septiembre de 1929, en Moisés Ville, un pueblo de Argentina, (llamado también la Jerusalén de ese país por la cantidad de inmigrantes judíos que acogió) estuvo determinado por la hostilidad que en muchos pueblos de la antigua Rusia surgió hacia los seguidores de las leyes anuncidas por Moisés y sus descendientes.
Antes de la llegada del nazismo al poder, en muchos de esos pueblos de Rusia les lanzaban piedras o la gente quebraba los vidrios de sus negocios por la molestia que sentían ante sus creencias distintas o por las diferencias culturales que los convertían en sospechosos. La familia Lerner fue una de aquellas que llegaron a Latinoamérica a principios de siglo después de ver, con anticipación, la oscuridad por venir.
Después de comenzar su camino como periodista, en Argentina, leer libros variados, y ser fotógrafo, en Lima, llegó a Bogotá. En esta ciudad, nació de forma oficial, el 9 de mayo de 1958, en la notaría 3, la Librería Lerner. Hugo González fue su librero más reconocido junto a Alba Inés Arias, y entre todos se encargaron de darle carácter al oficio y promover la lectura; se interesaron en desarrollar una relación con los lectores especializados.
Además de la librería, Salomón Lerner se dedicó a la publicación de revistas médicas a color (una iniciativa distinta que se extendió a Europa), y se interesó por las Artes Gráficas y la imprenta. Su carisma, y capacidad de realizar empresas nuevas, lo acercaron a personas variadas y reconocidas, en Colombia: artistas, líderes políticos y empresarios fueron cercanos a él.
El escritor Miguel Angel Manrique cuenta en un libro titulado “Salomón Lerner, empezar de nuevo” que su carisma, visión, y cercanía lo hizo cercano a personas como el artista Fernando Botero quien pintó un cuadro llamado “Salomón Lerner mirando”, en el que se ve al creador de la librería, observando una colección del artista; era el año de 1977.
Con el paso del tiempo, la Librería Lerner se consolidó en Bogotá. Sus sedes espaciosas, las colecciones especializadas de libros, los talleres, presentaciones de libros, cursos (como el de escritura que ha tenido mucho éxito y realiza Carolina Sanín), y los libreros, convirtieron a este lugar en uno de los más admirados y respetados por los lectores, en Colombia.
“Con todo el espíritu y lógica de Lerner”
Juan José Gaviria es el gerente general de la Librería Lerner. Este abogado que nació en Medellín y está al frente de esta sede nueva, cuenta que el gusto por los libros lo llevó a estudiar y conocer el mundo editorial desde puntos variados. Después de trabajar varios años en esta librería, cuenta que la pandemia y una serie de sucesos lo llevaron a pensar en la idea de traer la librería a la ciudad.
Dice que esta decisión estuvo motivada también por un hecho medible: Medellín ya es un destino importante para los libros, en Colombia. Y explica que esto puede comprobarse al ver que ya representa entre el 15 y 20 por ciento del mercado editorial, según cifras de la Cámara Colombiana del Libro, y de otras instituciones.
Con su hablar pausado, dice que todo el equipo de la librería está muy satisfecho con la respuesta que ha tenido desde su apertura, en diciembre. “Sentimos el entusiasmo de la gente y que estamos saciando una sed de lectura. Este no será solo un lugar de venta y compra de libros; nos interesa convertirnos en un agitador cultural. En los últimos años, el mundo editorial en Medellín ha tenido una efervescencia tímida, y la oferta de autores y autoras ha aumentado”.
Para satisfacer a sus lectores, Juan José Gaviria, cuenta que en este lugar los lectores tendrán la oportunidad de hablar con libreros experimentados capaces de escuchar, dar referencias y entender sus necesidades.
La Librería Lerner está localizada en una casa del barrio Provenza que comparte con la gente de Diamantina y La Perla, una empresa local dedicada al diseño y que trabaja junto a artesanos colombianos. Cuenta que la idea también es mostrar que libros, y diseño conviven juntos, en armonía, y son una buena combinación.
Juan José Gaviria afirma que la Librería Lerner llega a Medellín con “todo el espíritu y la lógica” de sus espacios, en Bogotá. Y esperan hacer alianzas con instituciones locales variadas, ser cercanos a los lectores, y aportar al mundo de los libros, en esta ciudad, a la que esperaban venir desde hace tiempo.
La Librería Lerner está localizada en el sector de Provenza, en la carrera 34 con la 5G 86. Está abierta de lunes a sábado, entre las 10 de la mañana y las 7 de la noche.