/ José Gabriel Baena
Desde lúgubres aposentos capitalinos se están dando órdenes para asegurarse de que el timorato pueblo de Bobombia dé su respaldo obligatorio a los “diálogos de paz” en cierta isla caribeña. Y se está haciendo igualmente peligroso escribir una línea acerca del proceso. Por eso, nada de lo que digo nunca lo he dicho ni lo diré, por esta cruz bendita. Por ejemplo:
El 27 de marzo el tribunal superior de la “Sultana del Valle” levantó con su martillo y/o zarpazo de hiena la condena que con fecha de 20 de diciembre de 2011 se había proferido contra tenebrosos miembros de la cúpula de la banda terrorista cuya autodenominación no merece ser repetida. Eran 25 años de cárcel para cada uno de los asesinos y una indemnización de $ 1.000 millones para los familiares de Monseñor Isaías Duarte Cancino, fusilado cruelmente ante sus fieles el 16 de marzo de 2002 en esa ciudad de la sabanilla del Cauka. Los asesinos intelectuales eran miembros supremos del llamado Sekretariat o sus subordinados más cercanos: alias “Alfonso Cano”, muerto; alias “Efraín Guzmán”, muerto; alias “Timochenko”, jefe actual de los terroristas, refugiado a todo lujo en la frontera venezolana; alias “Iván Márquez”, “negociador” en Cuba, y alias “Pablo Catatumbo”, quien se supone también en Venezuela. El tribunal mencionado consideró que la condena “no aplicaba” por falta de pruebas contra los siniestros asesinos y sepultureros, ahora blancas palomas con el ramo de olivo en el hocico. No se le creyó a un guerrillero desmovilizado que “Pablo Catatumbo” hubiera pagado de su caja menor 240 millones a una banda de Kali para matar a Monseñor.
-¿Qué se esconde detrás de este levantamiento de pasado judiciales de los “farcos”?, le pregunté al bobo de mi pueblo, Medallito. No supo decirme nada. Si el bobo del pueblo no lo sabe, yo tampoco. Pero pónganle cuidado que el blanqueamiento de prontuarios y condenas en ausencia continuará velozmente, pues se espera que de aquí a noviembre toda la Kúpula de narco-asesinos cene en Palacio, ala, el día de Acción de Gracias.
Más grave: el 30 de marzo los negociadores del Gobierno firmaron un comunicado conjunto con las “frac”, hecho insólito, para anunciar que posponían las conversaciones hasta el 29 de abril. Esperan ver los resultados de la “marcha patriótica” aupada por los criminales para el 9 de abril –aniversario gaitanista-, donde se verá quiénes militan con ellos y quiénes no. El Presidente marchará del brazo de Pietá Córcova, reconocida farquistachavista, ¡eximida también de sus pecados!
Lo más grave de todo lo gravísimo es que en el entorno “cercano a Presidencia” –lenguaje de comerciantes–, y entre periodistas de izquierda en lujosos exilios, se estén tomando los artículos 22 y 95/6 de la Constitución para calificarnos de ultraderechistas y apátridas a quienes no comulgamos con “los diálogos”, y pedir aplicarnos las sanciones judiciales por “traición”, algo que no existe en nuestra Carta. Esto parece ya la Venezuela madurista, hacia donde vamos a caer como plátano en Osterizer.
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