Reliquias fotográficas, Imagen para la memoria: El Archivo Fotográfico de la Biblioteca Pública Piloto, declarado Registro Regional de Memoria del Mundo por la Unesco
El de Froilana Sáenz de Lince es el primer daguerrotipo que se conoció en Antioquia. Era una dama que pertenecía a las familias adineradas de Rionegro y fue retratada en 1848 por el fotográfo alemán Emile Herbrugüer. Esta se encuentra en una consola del Archivo Fotográfico de la Biblioteca Pública Piloto, protegida con otras tantas por una cubierta de vidrio. Abajo, una nota autografiada por el fotográfo, certifica que efectivamente Emile fue quien la tomó.
Como ella, un millón 700 mil imágenes con un valioso contenido histórico hacen parte de la colección de este archivo que comprende daguerrotipos, ferrotipos, cianotipos, ambrotipos, tarjetas de visita, negativos en placa de vidrio, acetato, nitrato y poliéster, todas estas técnicas de los siglos 19 y 20 y fotografías en soporte digital de finales del siglo 20 y comienzos del 21.
Además de encontrar la historia de la fotografía misma, en este archivo fotográfico está consignada la historia de Antioquia, Colombia e incluso el registro de otras ciudades del mundo. En reconocimiento a su labor de preservación y conservación de la memoria, en diciembre de 2012 fue declarado por la Unesco como Registro Regional de Memoria del Mundo gracias a la postulación en la categoría La memoria en imágenes: Archivo Fotográfico de Medellín para América Latina y el Caribe.
Fotógrafos de colección
El rescate de los primeros fondos fotográficos comenzó en 1985 con lo que quedaba del archivo de Benjamín de la Calle, uno de los fotógrafos más representativos de Antioquia: siete mil placas de vidrio que datan de 1893 a 1934. Igualmente se adquirió el archivo de Melitón Rodríguez, con imágenes de 1891 hasta 1995, con 220 mil negativos.
Una colección significativa para la ciudad es la de Gabriel Carvajal, un fotógrafo que presenció la transformación de Medellín desde 1940 hasta 2000. En 400 mil imágenes evidencia diferentes obras como parques, edificios, calles y en gran medida la construcción de las centrales hidroeléctricas de Antioquia, además de panorámicas aéreas, vida social y registro publicitario. De esta colección hacen parte libros de fotografía, anuarios, catálogos y revistas especializadas, a los cuales el historiador español Horacio Fernández calificó como valor patrimonial en 2005.
Otro de los fondos es el de Horacio Gil Ochoa, un reportero gráfico deportivo que cubrió los acontecimientos del ciclismo nacional, como la Vuelta a Colombia y el Tour de Francia. De este hay 450 mil fotogramas desde 1960 hasta 2000.
Entre las personalidades que han enriquecido este lugar están León Ruiz, Pastor Restrepo, Gonzalo Gaviria, Gonzalo Escovar, Francisco Mejía, Rafael Mesa y Diego García.
Piezas de museo
Las cámaras más grandes que alguien puede encontrar en Medellín, están, una en Coltejer y la otra en la antesala del Archivo Fotográfico de la Biblioteca Pública Piloto. Allí se acondicionó desde 2010 un espacio para exhibir piezas museológicas, aquellos objetos antiguos con los que se trabajaba en el cuarto oscuro. Entre el gran listado se encuentran cámaras de gran formato, Polaroid, Kodak, una Keystone Everflash 20 (1970), una cámara desechable Ikon 110 mini, cámaras de cajón (americana y alemana), cajas donde venían las placas de vidrio de Foto Rodríguez (1910), un proyector de diapositivas de 135 mm (1950), un proyector de cine 8 mm (1960), una filmadora mecánica modelo b-6 y una fotografía en opalina (fotografía en positivo, hecha en porcelana que se proyecta por medio de una luz).
Este es un lugar de encuentro para fotógrafos y curiosos de la imagen. Cuando lo visitan se sienten identificados. “Ha sucedido que cuando ven que hay algo que no tenemos lo aportan. Este fue el caso de don León Ruiz, quien al ver sus 120 mil imágenes en el repositorio, nos donó una Polaroid”, relata Jackeline García, quien ha trabajado durante 18 años en el archivo fotográfico.
Acceso al archivo
Las personas han encontrado fotografías de sus antepasados y familiares gracias al seguimiento de genealogías.
Las fotografías están en formato digital o análogo y dependiendo de su uso (personal, pedagógico, editorial o comercial), tienen un costo.
En el sitio web de la biblioteca, www.biblioteca.gov.co, hay dispuestas cerca de 20.000 imágenes digitales.
Las visitas guiadas deben solicitarse con ocho días de anticipación.
Curiosidades fotográficas
Daguerrotipo y ambrotipo: Negativos y positivos en un mismo proceso, que puestos sobre una base oscura quedan como positivos. El soporte del daguerrotipo es una placa de cobre y el del ambrotipo una placa de cristal.
Ferrotipo: Positivo creado sobre una lámina de hierro.
La producción de estas técnicas era muy costosa, por lo que solo los de la élite podían acceder a este tipo de fotografías. No permitían reproducción.
En 1865 surgieron los primeros negativos en placa de vidrio con diferentes emulsiones como el coledión húmedo y la placa seca de gelatina. Estos permitieron la reproducción y se crearon las tarjetas de visita. A principios del siglo 20 fueron sustituidas por la película.