Cuando el general Montoya sugirió ante la JEP que los falsos positivos eran responsabilidad de muchachos que llegaban al Ejército sin saber coger los cubiertos, ¿se detuvo en el considere?
A ciencia cierta, no sé qué es ni dónde queda el considere. Deduzco que es algo así como el buen juicio y se ubica por los lados de la cabeza, a la altura de las sienes. Justo en el sitio que Colombia no ha podido encontrar. (Pobre país, con esa maña que tiene de estarse robando a sí mismo, la única dirección que no pierde es la de los bolsillos).
Cuánto nos convendría que tantos colombianos tan principales que son o han sido, sacaran las manos, no de los bolsillos, que también; de la escasa visión, de la memoria frágil, de la ligereza al hablar, de la torpeza crónica…, y se las llevaran al considere.
Evitaríamos momentos vergonzosos del estilo de los que han venido sucediéndose en los últimos días, de los cuales selecciono algunos al azar:
- Cuando la ministra de Justicia, Margarita Cabello —ex presidenta de la CSJ— pidió la extradición de Aída Merlano al presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, ¿se puso la mano en el considere? ¡Qué va! Se habría dado cuenta de que era como pedírsela a usted o a mí. Gústenos o no, Guaidó tiene en su país el mismo poder decisorio de un muñeco de cartón.
- Cuando la vicepresidenta, Martha Lucía Ramírez, dijo en reciente foro en Medellín, que hay demasiadas sicólogas y sociólogas en el país, ¿se llevó la mano al considere? No, no. Tales estudios son de mujeres y de hombres, no de “niñas”; Colombia es territorio de demasiados; demasiada corrupción, inequidad, impunidad, indiferencia… Demasiada verborrea.
- Cuando la entonces ministra de Trabajo —ahora del Interior— Alicia Arango, afirmó en una emisora que a un ingeniero de sistemas solo se le necesitan dos horas en la oficina, al intentar sustentar las reformas pensional y laboral, ¿se detuvo en el considere? Mmm. No hubiera tenido que salir a dar explicaciones. Fatal le resultó el desconsidere.
- Cuando al general Eduardo Zapateiro, apenas conocida la muerte del sicario mayor de Pablo Escobar, le saltaron estos sapos de la boca: “Hoy ha muerto un colombiano… El Ejército Nacional en cabeza de su comandante lamenta mucho la partida de Popeye”, ¿había sufrido un bajón del considere? Fijo. Muy poco considerado con las víctimas sonó ese pésame.
- Y cuando el presidente Duque nombró a “Pachito” embajador en USA o sacó a la canciller de los cuarteles de La familia Adams, ¿marcó parada en el considere? Y cuando el general Mario Montoya sugirió ante la JEP que los falsos positivos eran responsabilidad de muchachos de estratos 1 y 2 que llegaban al Ejército sin saber coger los cubiertos, ¿se detuvo en el considere? Y cuando el senador “Manguito” radicó en el Congreso una propuesta de ley para prohibir en sitios públicos música que a él no le gusta, ¿se destapó el considere?
Y cuando… (A terminar me obligan).
Pónganse serios, señores y señoras. Estamos hasta la coronilla de improvisaciones de este tipo.
ETCÉTERA: Ah, y cuando la semana pasada el alcalde Quintero abrió las puertas de la UdeA al Esmad, dos a una que hizo caso omiso del considere; semejante remedio puede resultar más peligroso que la enfermedad del vandalismo que se encapucha al interior de la Universidad y que es urgente identificar y erradicar. Pero no convirtiendo el campus en un circo romano.
(Se anuncia recompensa para quien encuentre un considere por ahí. O una mano en el bolsillo).