Comienzan a verse los cierres por las obras de peatonalización de la Calle de la Buena Mesa de Envigado. En medio de esos trabajos los restaurantes siguen prestando sus servicios con la calidad de siempre.
Quienes hayan paseado por las calles del Barrio Jardines, en Envigado, tienen entre sus recuerdos las imágenes de las grandes casonas construidas a mediados del siglo pasado y que hoy en día se conservan, pero con un uso diferente al residencial.
A comienzos de la década de los ochenta, don Orlando Montes abrió un restaurante familiar en una casa esquinera, en pleno corazón del Barrio Jardines. Asados La Parrilla fue el primer nombre del lugar que hoy se conoce como El Trifásico, que se ha movido unas cuantas casas dentro del barrio, pero sigue siendo emblemático.
Lea también: Tecnología de punta en una vieja edificación
El alcalde de Envigado, Braulio Espinosa Márquez, recuerda a El Trifásico como el restaurante isla “dentro de un sector que no era gastronómico sino de venta de lámparas. Más tarde comenzaron a llegar nuevos restaurantes y comercios de prendas de vestir, pero ese arribo no fue motivado por la institucionalidad, sino por los mismos comerciantes”.
Así se fue conformando, de manera espontánea, la Calle de la Buena Mesa de Envigado, mucho después de haberse constituido la de Medellín, en el sector de Manila, en El Poblado.
Patricia Posada, arquitecta y propietaria del restaurante Lucio Carbón y Vino, fue otra de las primeras en llegar cuando se empezó a formar la Calle de la Buena Mesa de Envigado. Ella dice que el encanto de las calles del Barrio Jardines, que le recuerdan a las de los pueblos de España, es la razón por la que se establecieron en una casa con amplio salón para el restaurante y espacio suficiente para la cocina. Es la vida de barrio, casi que de pueblo, el que hace tan especial ese sector de Envigado.
Llegó la transformación
Envigado es un municipio con cerca de 800 restaurantes, cifra que se presta para un plan que potencie el turismo gastronómico; y en ello está la Alcaldía. En el sector de la Buena Mesa hay cerca de 70 comercios, entre restaurantes, negocios de lámparas y ropa y diversas empresas, que se vieron afectadas por el confinamiento de la pandemia.
“En esa época tan dura decidimos reactivar el sector gastronómico y cerramos la calle; vimos que no hubo inconvenientes con la movilidad, y, por eso, este año, iniciamos las obras de peatonalización de la Calle de la Buena Mesa”, explica el alcalde Braulio Espinosa.
Según estima la Alcaldía, cerca del 90 % de los habitantes y usuarios del sector está satisfecho con la obra. Para los comerciantes es un proyecto ganador, porque la peatonalización de la calle significa abrir un espacio para todos. “Lo que es clave en esto es que conservamos la idea de que el sector sigue siendo de restaurantes, no de rumba que perturbe a los vecinos”, enfatiza Patricia Posada.
La unión de los comerciantes de la Calle de la Buena Mesa de Envigado ha sido fundamental para el avance de las obras, sumado al respeto que tienen por los residentes del sector. La combinación de usos del suelo en este barrio de Envigado (residencial y comercial) parece ser la receta del éxito, en un territorio que se niega a dejar atrás sus viejas casas.
Así será la obra
La arquitecta Carolina Gómez, de la Empresa de Vivienda y Desarrollo Urbano de Envigado – Desur, explica los componentes de la obra: se hará una intervención para que los ciudadanos se apropien del espacio público con características inclusivas: acceso y mobiliario para personas con problemas de movilidad, cruces seguros para el peatón, iluminación urbana y conservación de los árboles existentes y siembra de nuevos ejemplares.
Hoy la obra está en el proceso de cambio de redes húmedas y secas (servicios públicos domiciliarios y de telecomunicaciones).