Hay preocupación en la industria vitivinícola local por el incremento exponencial de las tarifas nacionales e internacionales de los fletes marítimos y fletes terrestres, que afectan la comercialización del vino en la ciudad y en el país.
Así lo dio a conocer Asovinos en un comunicado, en el que además se destaca que se ha evidenciado incrementos en la tarifas marítimas internacionales del 300 % y en el transporte terrestre local del 80 %.
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Por su parte, la Asociación Nacional de Exportadores -Analdex, ha estimado sobrecostos adicionales del 500 % en los precios logísticos.
Y es que son muchas las fuerzas y variables externas que están empujando precipitadamente los precios logísticos de los vinos en Colombia, una de ellas es el alza desmedida del dólar. A la fecha, muchas empresas colombianas están pagando sobrecostos que Asovinos considera son “sumamente onerosos”, lo que genera una gran inestabilidad financiera, “hasta el punto de llegar a quedar ilíquidas y al borde del abismo, sin contar que ellas son la fuente de ingresos formales de decenas y centenas de familias colombianas”, dice en el comunicado.
Luz María González de Bedout, presidenta de Asovinos, declaró: “Invitamos a nuestros aliados comerciales como restaurantes y bares a solidarizarse con la situación, y a comprender que las demoras en la entrega de pedidos dependen exclusivamente de variables externas que se encuentran fuera del control de nuestros asociados; dado que, por todas las problemáticas mencionadas como los sobrecostos portuarios, la escasez de flotas, entre otros, nuestra industria se encuentra expuesta a evidenciar escenarios de escasez y precariedad de productos, a portafolios reducidos, a la desaparición de productos por extinción de empresas o a la inaccesibilidad por los altos precios”.
Las problemas con los contenedores
Igualmente, Asovinos alertó por los costos por concepto de demoras de devolución de contenedores, que pueden oscilar entre 2.700 y 5.250 USD por contenedor de 20 pies. Estos varían según las negociaciones puntuales en las condiciones locales, así como lo estableció la Federación Colombiana de Agentes Logísticos en Comercio Internacional -Fitac.
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Otro de los rubros a considerar es la sobreestadía del contenedor en el puerto, dado que supone el pago de un bodegaje extra por parte de los importadores a las terminales portuarias de las operadoras del puerto. Además, la consecución de navieras y empresas de transporte terrestre disponibles para la movilidad de la mercancía también supone un gran obstáculo para las empresas del vino.