Más de 70 locales han cerrado sus puertas en el Parque Lleras y en Provenza. ¿Qué perdemos más allá de lo económico?
“El espacio público no es solo el espacio físico”, dice Carlos Betancur, arquitecto de la firma Opus Studio. Y lo hace para decir que de esta dimensión también hacen parte las actividades que allí realizamos y cómo nos apropiamos de estos lugares.
Hay una relación de cuerpos, con el otro y con lo físico, explica la antropóloga y profesora de la Colegiatura, Luz Marina Vélez. “Es cuerpo, es espacio, es temporalidad, es construcción colectiva”, dice.
Y en la actual crisis ocasionada por la COVID-19 eso se está perdiendo. El impacto es el de ver un lugar como el Parque Lleras o Provenza con locales vacíos, letreros de Se Arrienda. Y es claro, se golpea la economía. Pero también la cultura.
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Lugares icónicos como el bar Dalí y el Deck, entre muchos otros, dejaron de existir. “Hay una mirada desde lo macroeconómico, pero no nos hemos dado cuenta de que estamos perdiendo otros valores que son importantes”, dice Betancur. Y con la pandemia se ha perdido tejido social, se han perdido lugares de encuentro y recuperarlos será difícil.
“Para una ciudad que busca desarrollar innovación y creatividad, los espacios de interacción como cafés y bares son importantes”, agrega Betancur. Y el asunto es que, seguramente, al volver a la normalidad muchos regresarán, pero habrá que preguntarse por la calidad de esos lugares. “Si eso se deja en manos de los comerciantes la preocupación será la económica”.
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Fenómenos de relacionamiento
Por eso, los expertos plantean la necesidad de una intervención del gobierno para esa recuperación y esa reactivación, para que de verdad los nuevos lugares tengan el potencial para convertirse en referentes tan o más importantes como los que se han ido.
Se trata de retomar lugares de socialización, entender que el relacionamiento y la corporalidad son fenómenos culturales y como tal, en palabras de Luz Marina, necesitan de lugares para la socialización.
Para Betancur este es el momento para recuperar un lugar como el Parque Lleras, intervenirlo y construir una mejor versión. Hace la reflexión de lo que le costó a la ciudad recuperar la vida nocturna tras la época de la violencia. “Medellín es una conquista social y eso no se puede perder”.
Es momento para repensar la ciudad, reconstruir sectores.
“Es ir más allá de la actividad económica y ser conscientes de que los espacios sociales son importantes para la construcción de ciudad, para la interacción creativa e, incluso, para la salud mental”, puntualiza Betancur.