El pasado sábado 20, y con la compañía de 13 clientes, el parque comercial dio un paso clave en su proyecto de compensación de la huella de carbono. La meta es sembrar 3.042 árboles.
Por Sebastián Aguirre Eastman /
Tras haberse propuesto, en septiembre pasado, compensar las 1.900 toneladas de dióxido de carbono que su operación produjo en 2017, El Tesoro sembró el pasado sábado 20 de octubre los primeros 100 de 3.042 árboles que donaron sus clientes en una campaña promovida por el parque comercial.
La jornada se efectuó en la vereda Pantanillo, del municipio de Envigado, en la cuenca de la represa La Fe. Asistieron 13 clientes y personal de la corporación Cuenca Verde, entidad que certifica la siembra.
Los participantes fueron recibidos por familias campesinas de la zona, propietarias del terreno en el que se sembraron los árboles, quienes les ofrecieron productos orgánicos cosechados en la región.
“Invitamos a los clientes, pues la huella de carbono la generamos entre todos, y entre todos la compensamos”, dijo Dora Zuluaga, directora de Mercadeo.
Fueron sembrados ejemplares de pinos, nadadores, guamos, guayacanes de Manizales, dragos, entre otras especies nativas de la zona.
Martha Montoya (60 años) y su esposo Eduardo Reveló (73) donaron dos árboles -El Tesoro ponía dos más por cada aporte de sus clientes-. La experiencia le encantó, “ver la cuenca, donde nacen quebradas, y uno poder sembrar y ayudar a que el bosque no se pierda”. Los árboles que sembraron los llamaron como sus hijos, Eduardo José y Martha Lucía.
Otra pareja de esposos, Elena Ospina y Jorge Zapata, aprendieron mucho de las explicaciones de los ingenieros forestales de Cuenca Verde. “Uno siempre quiere sembrar, pero no sabe cuáles especies ni sus variedades”. Ellos donaron dos árboles.
El resto será sembrado en esta misma región y también en la zona de Río Grande, en el Norte antioqueño, entre los municipios de San Pedro de los Milagros, Belmira y Donmatías.