La venganza es un plato que se sirve frío, dicen por ahí. Y el ex canciller –ex muchas cosas- Alvaro Leyva Durán lo sabe. Por eso pone a disposición de los comensales de las redes un suculento menú: La verdad total.
A manera de degustación: “Con el señor presidente hace meses no me comunico… He guardado riguroso silencio viendo desde la distancia el lento hundimiento de su proyecto de gobierno… ¿Será el anticipo de algo más de fondo para lo cual los colombianos nos debemos preparar?” (Feb 5, 2025). “El exhibido consejo de ministros se recordará en la historia nacional como el día en que un Jefe de Estado aplastó su propio gobierno… Sin duda, al cerrarse el telón de la trágica puesta en escena, el Presidente ya había caído en las profundidades de un terrible precipicio político… Se marchó al exterior dándole la espalda a lo que dejó íntegramente destruido, para exhibirse con su novel alcahueta canciller, de por sí ya tachada moralmente, y con el cómplice de ella, confeso consumidor de estupefacientes, llamado a juicio por la CSJ…” (Febrero 10). “Me pregunto con suma preocupación sobre los efectos dañinos de los estupefacientes y el alcohol, tratándose de la persona que lidera las cimas del Estado y de algún estrechísimo colaborador suyo. ¿Qué se puede esperar ahora y en lo que resta por venir de ser aquello así?… Parece que va llegando la hora de preguntarnos: ¿Tendremos que recurrir al ejercicio de la diplomacia en el más difícil de los terrenos?” (Abril 1).
(Algo más de fondo para lo que nos debemos preparar… El ejercicio de la diplomacia en el más difícil de los terrenos… Canciller tachada moralmente… “En un momento me acerqué al abismo de su alma; allí asustan”… ¡Diga de una vez todo lo que sabe!).
¿A cuál Leyva hay que creerle?: ¿Al que cuando era discípulo amado pedía a sus compañeros de gabinete aplausos para el jefe? ¿O al que, caído en desgracia, se percató de todo lo que pasaba frente a sus cachacas narices? ¿Al que declarara desierta la licitación de pasaportes, iniciara una batalla jurídica entre el Estado y el único proponente, e ignorara las advertencias de la Procuraduría? ¿O al que destituido y sancionado por diez años, invierte el ocio emplatando la venganza en escabeche?
¿Por qué no denunció en su momento? ¿Porque el ejercicio de la política apesta? (Platón caería redondo si despertara). Hoy contigo, mañana contra ti, es consigna común de la mayoría de quienes merodean con sus largas colas alrededor de los círculos del poder; sigilosos y peligrosos, como los lagartos de los Everglades. E igual de variopintos. Los del montón que se voltean como pollos en el asador; los visibles busca-puestos profesionales que ronronean al oído del mejor postor y juran jugársela por él mientras les convenga; y los elegantes que, alardeando “vocación de servicio”, caminan en el filo de la navaja, son enigmáticos en sus procederes y han sabido exprimir el erario. (Cada quien ubicará al personaje en esta charca).
ETCÉTERA: Que Leyva está armando un carpaccio –plato que como la cruda venganza se sirve frio- con el gobierno Petro, es evidente. Y las verdades que suelta a trocitos, igual son evidentes. Pero cabe una última pregunta: ¿Si no estuviera respirando por la herida, hubiera recuperado la memoria?