Gracias a iniciativas de empresas del sector privado como Mattelsa y Comfama, El Perpetuo Socorro se proyecta como una zona en la que las industrias culturales y creativas de la ciudad tendrán sede.
Por Juan Pablo Tettay De Fex
Una cafetería, un centro creativo y una empresa de moda son nuevos actores que llegaron a cambiar la cara del barrio El Perpetuo Socorro. Son Cafeteso (Cafetería Central del Perpetuo Socorro), Comfama y Mattelsa.
El Perpetuo Socorro está delimitado por las avenidas 33 y 30, por la Regional y las carreras 43 y 42B. Por allí pasan 40 rutas de buses, tiene dos estaciones de metro (Industriales y Exposiciones) y su ubicación lo convierte en un lugar estratégico.
Caminar por El Perpetuo es dar pasos por un pequeño mundo en el que hay espacio para el comercio y la industria. El crecimiento del barrio fue el resultado de la dinámica industrial de Medellín en la primera mitad del Siglo XX. Ese proceso se dio de manera desordenada y sin planeación. Ante este panorama, organizaciones públicas y privadas han visto la necesidad de llegar al barrio con una mirada nueva. El POT fue esa primera instancia: propone una intensidad alta en la mixtura de usos, dando mayor importancia a usos residenciales y a servicios complementarios a la vivienda. Estudiantes de Arquitectura de la UPB desarrollaron un diagnóstico que da pistas sobre los puntos que deberían trabajarse: crear zonas verdes; empezar a traer nuevos actores que se apropien de los espacios y que los habiten; generar vivienda; desarrollar ejes viales para los carros, las bicicletas y los peatones; crear ofertas culturales y de comercio en primer piso y rescatar edificios patrimoniales como la iglesia neogótica que le da nombre al barrio.
Comienzan los cambios
Nuevos aires han llegado; uno de ellos es el que trajo Mattelsa, una empresa de moda que se acomodó allí hace dos años. “Cuando construimos nuestra sede, quisimos crear un barrio para juntar a la gente de las industrias creativas de Medellín”, expresa Mateo Jaramillo, CEO. Para Clara Duque, arquitecta y docente de la UPB, “un territorio como este debe ofrecer servicios a varias escalas que puedan impulsar otras experiencias”. Y así lo hizo Comfama, que vio el potencial y decidió abrir una sede que será casa para la innovación y la creatividad. “Este espacio será un gran laboratorio de ideas y culturas para la ciudad región”, expresa Paula Trujillo, responsable de la nueva sede de Comfama en El Perpetuo Socorro. Arte, música, gastronomía, literatura, diseño… expresiones creativas llenarán los espacios de esta bodega. “Nuestra apuesta es la de crear un Distrito Creativo”, explica Paula.
Al mismo tiempo, el sector empieza a recibir diseñadores y nuevas propuestas gastronómicas. Julián McLean es uno de esos emprendedores: abrió Cafeteso, una cafetería de alto perfil con el objetivo de ofrecer una nueva opción gastronómica y de encuentro. “Ofrecemos un menú diferente y una experiencia renovada. Nos preocupamos por la salud y en nuestras opciones ofrecemos platos vegetarianos y veganos”, explica. Esta oferta es la que da cuenta del perfil de personas que se espera empiecen a poblar el barrio y lleguen en el futuro con las ofertas de vivienda que se tienen proyectadas, pues la idea es, además, generar un Distrito en el que la productividad sea alta: “vivir al lado del trabajo y que el carro sea casi que un estorbo”, agrega el CEO de Mattelsa. En ese sentido, Julián tiene como uno de sus objetivos disminuir los desplazamientos, “que las personas que están en las oficinas del sector no tengan que ir a El Poblado o a Laureles para encontrar comida sana y de calidad”.
Personas como Mateo, Paula y Julián le creen a un territorio que se proyecta como un gran ecosistema creativo para la ciudad que, además, pretende ser un motor dinamizador para barrios vecinos.
¿Los habitantes del barrio?
Según un censo realizado por Comfama, hoy en día solo dos familias habitan El Perpetuo. En la zona conviven ferreterías, restaurantes, cafeterías, talleres y concesionarios entre otros. ¿Qué pasará con ellos? “Nuestra idea es que podamos convivir, el sueño es que todas esa ofertas permanezcan y que puedan convivir con esos nuevos habitantes que seguramente llegarán”, expresa Paula Trujillo, responsable de la nueva sede de Comfama. Al respecto, el arquitecto Carlos David Montoya piensa que, más allá de un desplazamiento, los habitantes actuales del barrio deben empezar a pensar cómo transformarse, “cómo cambiar la forma de hacer las cosas para que puedan encajar en modelos de economía naranja”.