2021 supone para el Museo de Arte Moderno de Medellín la reafirmación de su razón de ser. El reto es grande y se asume con pasión.
El Museo de Arte Moderno de Medellín se fortaleció durante el encierro obligado que se decretó ante la Pandemia por COVID-19. Inmediatamente se activaron las alarmas de la creatividad de las 45 personas que hacen parte de su nómina y de aquellas que gravitan en su entorno.
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María Mercedes González, su directora, manifiesta que el Museo reafirmó su razón de ser. ¿Por qué existimos? Fue una de las preguntas que resonó. La respuesta se hizo eco y señaló la importancia de ese espacio de 10.000 metros cuadrados multiplicados por la virtualidad. Así, dice, “se fortaleció el compromiso y se potenció el equipo”.
En los primeros meses de trabajo en casa, es decir, desde marzo de 2020, cada uno hizo una labor de cohesión que requirió aprendizaje, adaptación y flexibilidad. Se detectó el vacío en la tecnología y a esto se le puso lupa, debían apoyarse en expertos que ejecutaran y aplicaran desarrollos de acuerdo con las necesidades. Igualmente, se definió una agenda que, sin dejar atrás las coordenadas para 2020, conectara con otras propuestas a la luz de los nuevos tiempos que se vivían. Y hubo dos palabras que fueron definitivas: mesura y reposo. Y esto significaba no enloquecer programando eventos sin una visión clara y sin un saber llegar a las audiencias.
El balance, pasado este 2020, es positivo por los aprendizajes en las herramientas digitales, por la expansión desde la virtualidad hacia nuevos públicos, por las preguntas suscitadas en medio de la crisis, por el trabajo conjunto, por la solidaridad de los donantes, por los vínculos internacionales. La experiencia vivida en años anteriores fue clave, pues mostró bases firmes para impulsar los programas museográficos, cinematográficos, musicales y de capacitación, entre otros.
2021 comenzó con la organización de una exposición que convoca a 22 artistas, en su mayoría antioqueños. Titulada El camino más largo. Arte contemporáneo en Antioquia, contribuirá a renovar imaginarios artísticos. Esta muestra que se abre el 17 de marzo estará acompañada por una serie de reflexiones de historiadores, críticos de arte y filósofos, entre otros, que ofrecerán un marco conceptual, lo que permitirá nutrir el diálogo más allá de la pieza artística. Instalaciones, pinturas, esculturas, fotografías, hacen parte de lo que se podrá ver a través de visitas presenciales y virtuales. Además, algunas de las obras se mostrarán en los Museos Maja, en Jericó; Juan del Corral, en Santa Fe de Antioquia y Mar, en Rionegro.
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¿Por qué El camino más largo? Las respuestas pueden ser múltiples. Antioquia se ha descubierto en sus caminos, los cuales han permitido unión, comunicación, crecimiento. La definición de un rumbo puede tener muchas encrucijadas, se elige ir a toda velocidad o de manera pausada. Una vuelta en el camino trae hallazgos, cada recodo implica singulares vivencias. El camino remite a exploración, a descubrimiento.
Y, también en marzo, entre el 16 y el 31, en alianza con la distribuidora mundial Mubi, se presentará un ciclo de seis películas del director hongkonés Wong Kar Wai. Se proyectarán en el teatro que tiene aforo limitado para ochenta personas. Y quienes prefieran quedarse en casa, a partir del 19 de marzo se podrán ver por la plataforma de streaming de Mubi.
“El año pasado estuvimos muy presentes y continuaremos así”, manifiesta María Mercedes, quien explica que desde la virtualidad se vivieron experiencias muy distintas a las del espacio físico que les permitieron crecer. El Museo es un difusor de conocimientos y como tal tendrá unas perspectivas que van mucho más allá de los proyectos expositivos.
Los programas ganaron nuevos espectadores y se consiguieron otros aliados, como el Fondo para el Desarrollo Cinematográfico y la Consejería para la Juventud, con los cuales se espera trabajar en este 2021. Continuarán sus talleres y cursos virtuales para asistentes de todo el país, con la idea de involucrar públicos muy diversos unidos por el interés en nuevos conocimientos.
Este 2021 será el año de la recuperación y la reactivación. La incertidumbre continúa. Las puertas se abrirán poco a poco y se espera llegar a la normalidad. El sueño de una inauguración masiva, como antes de la Pandemia, continúa. Palabras como exploración, innovación, experimentación hacen parte de la carta de navegación de este Museo que mira de frente con sus proyectos de largo aliento y con el convencimiento de que no está solo, de hecho, en 2020 obtuvo más aportes por donaciones (32 % más que en 2019) y patrocinios (18 % más que en 2019); así mismo, espera estabilizar los ingresos propios, que cayeron, y continuar con los contratos con la Alcaldía de Medellín y el Gobierno Nacional.
39.095 personas participaron en la programación virtual del Museo y 38.328 en las actividades y visitas presenciales, con un total para 2020 de 77.423 espectadores, que se vincularon a sus exposiciones, programas discursivos, conferencias performáticas, cine y conciertos.
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Dentro de sus proyectos para 2021 está terminar la digitalización de la colección conformada por 2.400 piezas y fortalecer el sitio web, tanto del Museo como de la Tienda; darle una mayor dimensión a la relación con las distintas comunidades, replantear el programa Amigos MAMM, consolidar el proyecto de reflexión y pensamiento, no solo sobre la acción plástica, sino sobre otros asuntos que preocupan a la sociedad, como el cuidado del medio ambiente.
Las dinámicas del mundo del arte se replantearon en medio de la Pandemia. El Museo de Arte Moderno de Medellín está inmerso en esos cambios. Ahora se proyecta como una institución híbrida, presencial y más conectada con lo digital, para crecer en su verdadera dimensión pública.