El italiano Paolo Giordano hace parte de la nómina de autores invitados al Hay Festival Medellín.
La soledad de los números primos se convirtió en 2010 rápidamente en un best seller. Paolo Giordano es el escritor detrás de este libro. Italiano, nacido en 1982, acaba de lanzar Conquistar el cielo, una obra en la que de nuevo explora las relaciones humanas desde la adolescencia. Estará en el Hay Festival Medellín el 29 de enero a las 6:30 p.m. en el Mamm.
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Hace 10 años publicó La soledad de los números primos, ¿cómo ha cambiado Paolo?
“He intentado explorar la escritura en varias direcciones. Siempre en la novela, pero también en artículos en los periódicos, en ensayos, en escritura para cine, televisión y teatro. Para mí la escritura es un cuarto oscuro en el que me muevo a ciegas buscando descubrir sus límites lentamente. En ese mismo tiempo, el mundo ha vivido una transformación muy rápida. Basta con pensar que cuando salió La Soledad no existían las redes sociales. Mi esfuerzo, desde esa novela hasta hoy, es el de interpretar el presente y la realidad”.
¿Cómo y por qué un físico se convierte en escritor?
“Cada uno de nosotros es muchas cosas. Hace diez años era físico, escritor, músico. Pero puede llegar el momento en el que hay que elegir. El tiempo y la energía de una jornada tienen límites. Tanto la física como la escritura piden tiempo y energía, un sacrificio total. Y así escogí. Elegí la actividad que me permite estar más cerca de los seres humanos, de las complicaciones de las relaciones, que es lo que más me fascina desde que era un niño. Más que de la materia física”.
Hablando de Conquistar el cielo, el amor adolescente es un tema recurrente en su obra.
“La adolescencia posee una energía especial. Deslumbrante y oscura al mismo tiempo. Frenética. Erótica. Irrepetible. Estoy convencido de que son los adolescentes los que tienen la clave de lectura en este momento, aunque no lo sepan. Solo ellos están verdaderamente expuestos a las radiaciones del espíritu del tiempo. Y porque, como ya dije, el presente es el que me interesa: me es muy natural buscar la visión de los más jóvenes”.
En ese libro, religión y educación son importantes. ¿Qué significan en su vida? ¿Y en la adolescencia?
“La educación es el centro de la juventud. Por lo menos hasta que aparecen el amor y el sexo y empiezan a ser el centro de atención. Por algo les dicen los años de formación. Siento que hoy soy el adulto que empecé a crear en ese entonces, a través de la lectura, la música, el cine, todo lo que aprendía en el colegio y lo que sentía alrededor. Yo estaba hambriento de conocimiento, todavía lo estoy. Busco personas nuevas que me permitan aprender. Y en eso soy como Bern, el protagonista de la novela. Y, como para él, la religión jugó un rol importante en mi vida. Crecí en una familia no practicante, hacia los 13 años, busqué la fe espontáneamente porque sentía que podía darme algo que me estaba faltando. A partir de ese momento ha sido un alejarse y acercarse constante”.
Por: Juan Pablo Tettay De Fex / [email protected]