Dos nuevas especies de ranas de lluvia, halladas por investigadores de la UdeA

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En La Selva, reserva natural de Valdivia, municipio del Norte de Antioquia, fueron descubiertas dos nuevas especies del género Pristimantis, conocidas como ranas de lluvia.

La primera de ellas corresponde a la Pristimantis carylae sp., una rana que mide menos de cuatro centímetros, de tonos cafés y amarillos, con manchas que la hacen parecer felina. Entre sus características morfológicas se destaca que carece de membranas entre los dedos y tiene ingles rosados. 

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El segundo hallazgo fue la Pristimantis chocolatebari sp., que tiene hocico grande y sobresaliente, dorso liso, hendiduras vocales y es de muslos e ingles amarillas.

Según el profesor Mauricio Rivera Correa, investigador del Instituto de Biología de la UdeA, y autor principal de la investigación, hallazgos como este permiten a la ciencia colombiana comprender cómo están relacionadas evolutivamente estas especies, para saber, por ejemplo, cuáles son sus parientes cercanos. 

Y es que según sus declaraciones, de las más de 850 especies que hay en Colombia de las ranas de lluvia solo en algunos casos se conocen sus nombres y es necesario poder documentar las particularidades de sus historia natural. 

“Aunque no todas las especies de Colombia tienen secuencias genéticas disponibles, estos estudios son un intento por reconstruir la historia de las especies. Lo más importante es que revelamos dos entidades nuevas dentro de una gran biodiversidad que aún está oculta en Colombia, hay mucho por descubrir”, narró Rivera Correa.

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¿Cómo fueron halladas?

Estas especies fueron avistadas en los bosques de niebla de la Reserva La Selva, ubicada en el municipio de Valdivia, a unos 1800 metros sobre el nivel del mar. 

La zona es conocida como el Alto de Ventanas y en ella está uno de los reductos de conservación de Salvamontes Colombia, organización sin ánimo de lucro dedicada a la conservación de la naturaleza. 

Allí, actualmente investigan los integrantes del Semillero Bio, de la Seccional Oriente de la UdeA, y del Grupo Herpetológico de Antioquia, de los que hace parte Rivera Correa.

Este encuentro se dio en unos predios en regeneración que hace cinco años pertenecían a una finca destinada a la ganadería. 

Otras características de las nuevas especies halladas

El profesor Rivera Correa contó que el hábitat de estas especies está entre bosque y potreros en regeneración. 

Son especies que no tienen renacuajos de vida libre, es decir, sus primeras etapas de desarrollo se dan dentro del huevo. 

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Huevos de Pristimantis chocolatebari sp. en una bromelia en el suelo justo en el borde del bosque.
Huevos de Pristimantis chocolatebari sp. en una bromelia en el suelo justo en el borde del bosque.

“Hay evidencias que nos indican que son animales estrictamente nocturnos, pero aún desconocemos sus vocalizaciones u otros comportamientos de las especies”, dijo. 

Con este hallazgo, según el investigador, se abren perspectivas de estudio sobre ellas, entre ellas, qué tan abundante es la especie, cómo es su comportamiento reproductivo, si presentan o no enfermedades emergentes, entre otros aspectos.

¿Qué son las ranas de lluvia?

Sebastián Duarte Marín, biólogo de la Facultad de Ciencias Básicas y Tecnologías de la Universidad del Quindío, explicó que usualmente las ranas de este género son susceptibles a cambios y degradaciones del hábitat.

Según él, el hecho de que estas dos especies estén presentes en estos bosques, en los que se está haciendo un proceso de regeneración y preservación, indica que se está haciendo una buena labor allí.

Pristimantis chocolatebari sp.  Rana de lluvi
Pristimantis chocolatebari sp. Rana de lluvi
Pristimantis carylae sp. Rana de lluvi
Pristimantis carylae sp. Rana de lluvi

Además, no todas las Pristimantis o ranas de lluvia son bioindicadores —indicadores de conservación de un área específica—, sin embargo, ellas requieren procesos húmedos por su sistema reproductivo, es decir, necesitan unas condiciones mínimas de sanidad en los bosques en los que viven. 

Y es que la mayoría de los anfibios son muy sensibles a los cambios a pequeña escala: pluviosidad y vientos, por eso es que muchos desaparecen ante la contaminación del recurso hídrico y el cambio climático.

Una apuesta por la conservación de los bosques

Los predios de conservación de Salvamontes Colombia albergan diferentes especies de fauna y flora. En ellos se ha posibilitado la investigación de la biodiversidad de los suelos.
Fotos: cortesía Mauricio Rivera Correa.

Los predios de conservación de Salvamontes Colombia albergan diferentes especies de fauna y flora. En ellos se ha posibilitado la investigación de la biodiversidad de los suelos.  

El nombre científico de estas ranas es un tributo a los donantes que dieron recursos para conservar este hábitat. Con esos recursos se va a ampliar la Reserva La Selva, que hace parte del sistema de más de 400 hectáreas de conservación de bosque de Salvamontes Colombia, que incluye además las reservas naturales Los Magnolios y La Esperanza, en Yarumal, Antioquia. Adicionalmente, junto con el Semillero de Investigación en Biodiversidad de Anfibios —BIO— de la Seccional Oriente se están documentando las especies de anfibios presentes en esta zona, con el objetivo de entender la diversidad morfológica, genética y bioacústica de las especies presentes en las reservas.

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