Cada último viernes de septiembre, la institución de la Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) pone el foco en el lamentable desperdicio de alimentos en el mundo. Se calcula que por lo menos el 40 % de toda la comida que produce el planeta termina en el basurero, pese a que podría alimentar a más de tres mil millones de personas.
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En Colombia, el desperdicio anual se calcula en 9.7 millones de toneladas de alimentos. Para hacernos una idea de la magnitud de tal despropósito, la sola producción nacional de carne de pollo es de 1.8 millones de toneladas. La perspectiva se hace más dramática si se tiene en cuenta que, según el DANE, casi un tercio de los hogares del país está en condición de inseguridad alimentaria, entre grave y moderada. Es decir, no tienen garantizadas sus tres comidas diarias ni el nivel calórico necesario de ingesta.
Juan Carlos Buitrago, director de Ábaco, organización que agrupa 24 bancos de alimentos en el país, aseguró que “con la comida que botamos en Colombia cada año podríamos darle de comer a toda la población de Panamá, Uruguay y Luxemburgo”. Unos 219 colombianos menores de cinco años han muerto este año por desnutrición y más de 560.000 niños presentan desnutrición crónica.
Según el capítulo colombiano de la ong internacional WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza), el 40 % de los alimentos que se pierden en el país tienen que ver con el sector agropecuario, principalmente por no poder armonizar producción y consumo, además de la precariedad de vías terciarias que ralentiza el arribo de los alimentos a los centros urbanos.
“Si la pérdida y el desperdicio de alimentos fueran un país, sería el tercer mayor emisor de gases de efecto invernadero”, alerta la ong WWF Colombia.
Otro 16 % se desperdicia en los hogares colombianos por la mala planificación de las compras, la falta de método para almacenar y manipular los alimentos. “Hacer un inventario de las fechas de vencimiento o congelar los alimentos pueden ser buenas estrategias. También es fundamental ‘comer local’, o sea, aprovechar lo que está más cerca en cada región, que evita el desperdicio y ayuda al medioambiente”.
En la página web oficial de la FAO, desde 2020, aparece un listado de 15 consejos breves para evitar el desperdicio de alimentos, como no comprar más alimentos de los que necesitamos en los mercados, no dejar que las frutas y hortalizas se estropeen en casa o servir porciones más grandes de las que realmente podemos comer. “Done los alimentos que de otro modo se desperdiciarían. Por ejemplo, mediante aplicaciones los vecinos pueden conectarse entre sí y con empresas locales para que los excedentes de alimentos puedan compartirse y no tirarse a la basura”.