¡Treinta años! Sí, treinta años de permanencia en un sueño que ha dado muchas gratificaciones. La pasión continúa muy viva. Danza Concierto inquieta, inspira.
Barranquilla fue su cuna. El mundo, su inspiración. El nombre de Peter Palacio está inscrito en la historia de la danza contemporánea en Colombia y América Latina. Su compañía Danza Concierto lo ha llevado por múltiples escenarios y, la Temporada Internacional de Danza Contemporánea, que también fundó, puso a Medellín y a Antioquia en la cartografía de una disciplina compleja, habitada por la poesía del movimiento.
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Peter Palacio dejó su tierra natal muy joven, viajó a Estados Unidos donde estudió y descubrió las expresiones de la danza. Al regresar a su país, vivió un tiempo en Bogotá y luego se radicó en Medellín donde fundó, en 1990, Danza Concierto. En su equipaje traía propuestas atrevidas. Planteaba retos, discusiones, preguntas que poco a poco fueron calando en el medio. Llegó con un nuevo lenguaje y se convirtió en precursor de la danza contemporánea en Colombia.
“Quería crear un movimiento. Poco a poco fueron llegando bailarines y comenzamos a hacer un trabajo muy profesional”. Pretendía abrir caminos, mostrar otras gestualidades y maneras de expresar a través del cuerpo, ese único instrumento que tienen aquellos que se dedican al baile, en cualquiera de sus géneros.
La vitalidad de Danza Concierto condujo a nuevas propuestas. En Peter surgió la idea de organizar un evento que convocara a compañías nacionales e internacionales. En 1996 nació la Temporada Internacional de Danza Contemporánea, que permaneció hasta 2006 y dejó huellas imborrables. Se le consideró como uno de los mejores festivales -no competitivos- de danza del mundo, incluso, el director y fundador lo presentó ante la Unesco.
El coreógrafo contó con mecenas como Hans Steinhäuser. Algunas empresas privadas apoyaron su trabajo y, el Teatro Metropolitano le abrió sus puertas; no solo es la casa de Danza Concierto como compañía residente, sino que fue la sede principal de la Temporada Internacional, que logró traer figuras relevantes que nutrieron el panorama de una disciplina que reúne varias artes. Su labor ha contado con el apoyo de entidades como World Dance Alliance y el International Dance Committee.
En los años noventa, el narcotráfico dejaba su estela de muerte y dolor y Colombia encabezaba las listas de países más violentos. Sin embargo, Peter no claudicó en su sueño. Los viajes de Danza Concierto le abrieron espacios en los escenarios del mundo. El espíritu del gestor logró que coreógrafos, directores, bailarines y críticos dijeran “sí, vamos a Medellín”.
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Los primeros montajes de Danza Concierto estuvieron arraigados en nuestras raíces. Peter miró hacia las culturas ancestrales, hacia la Tierra. Y se inspiró en esa rica cosmovisión llena de sentidos. También miró hacia la herencia africana. “Mi anhelo era crear una compañía con identidad propia, en la que desde el ser aborigen nos encontráramos”. ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Qué significa lo primigenio? ¿Cómo plasmar eso desde la danza contemporánea? Así nacieron obras como Los hijos del sol.
Para componer sus coreografías viajó por distintas poblaciones de Colombia y visitó regiones de América Latina y Europa. Él indagaba, buscaba. Y en sus hallazgos encontró una triada: la sensualidad, lo visceral y lo pasional del colombiano, de ahí sale la expresión vital de su propuesta. Luego de sus trabajos inspirados en lo indígena y africano se dejó llevar por el realismo mágico y por las influencias del tango y el bolero y, en contraste, por un compositor que ama, Johann Sebastian Bach, un músico sublime, que lo lleva a otro estado de conciencia.
Hay hitos, como LaSerie, homenaje a Rolando La´Serie, el guapo de la canción, que presentó en una gira aplaudida en escenarios de México, Cuba, Francia y Colombia. O, En los días del cólera, en la que la obra de Gabriel García Márquez le marcó los pasos, como lo hicieron Federico García Lorca en su Lorca por siempre o Astor Piazzolla en su Danza Piazzolla, pensamientos tristes que se bailan. Otros títulos son Anamorfosis, Esa vana costumbre, La Gaitana, Medea, Recicle, Bach sin trama y Middlesex, una historia de vidas extremas. Y siguen. Son propuestas en las que se unen la danza, la música, la plástica y la literatura.
Su proyecto convocó a bailarines como Luis Viana y Beatriz Vélez; compositores como Luis Fernando Franco y Andrés Posada; diseñadores de vestuario como Adriana Torres; fotógrafos como Alejandro Manosalva y Andrés Sierra. Reunió artistas plásticos y arquitectos. Esa sinergia de talentos tuvo un efecto expansivo.
Las audiciones abrazaron bailarines de distintos niveles socioeconómicos y Danza Concierto se convirtió en semillero y escuela. Y la Temporada de Danza Contemporánea permitió crecer, mirar lo que se hacía en el mundo, amar nuevos retos.
Entre las personalidades invitadas están la bailarina Nejla Yatkin y el crítico Alberto Dallal; representantes del Consejo de Danza de la Unesco, de la Alianza Mundial de Danza y del Ballet Clásico de Nueva York. Bailarines de Israel, México, Canadá y Estados Unidos, entre otros, se hicieron presentes en la Temporada Internacional que trajo alrededor de 1.500 artistas y 150 compañías durante los diez años en los que convocó. En 2017, nació un hijo de esa Temporada, DanzaMed, que también dirige Peter Palacio y es organizado por la Alcaldía de Medellín.
El artista es claro al decir que el apoyo económico no debe definirse por lo masivo de un evento, importan más su calidad, sus repercusiones, su vigor; hasta que esto no se entienda, los problemas de financiación de la cultura persistirán.
En las coreografías de Peter Palacio hay una reflexión sensible sobre las inmensas posibilidades del cuerpo, cada obra está inspirada en las pasiones humanas; es una danza en el viento, entre la niebla y la pasión, la armonía y el desgarramiento. En su obra está la herencia de dos grandes maestras, Martha Graham y Pina Bausch. Y hay una fusión, esa que ha llevado al director a transitar por un mundo de gestos que ha sido destacado con reconocimientos locales, nacionales e internacionales.
“El movimiento habla y se queda dentro de ti”, dice Peter Palacio, quien recuerda al bailarín y coreógrafo mexicano José Limón cuando afirmaba que jamás somos tan sinceros y humanos como cuando bailamos. Él sabe que el arte es un proceso que no termina. Y él lo ha asumido con una libertad absoluta.
Para celebrar los 30 años de Danza Concierto, se estrenó en el Teatro Metropolitano un recital de piano en el marco de una obra de danza contemporánea, con el bailarín Wilson Torres. Fotos cortesía.
Danza y piano
Para celebrar los 30 años de Danza Concierto estrenó en el Teatro Metropolitano Proyecto Bach – De la misma esencia, un recital de piano en el marco de una obra de danza contemporánea. Reúne al bailarín Wilson Torres y al pianista Juan David Mora en 15 escenas intensas, por momentos estremecedoras, y sin trama dramática. Incluye obras creadas por Bach y transcripciones hechas por él de otros compositores de su época. Se presentará el 24 y 25 de septiembre en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, en Bogotá. Y esperamos que se programen nuevas funciones para Medellín y otras ciudades de Colombia y del exterior. Y, está próximo a presentarse el libro Poetas del Movimiento. Danza Concierto. 30 años, de la investigadora y también bailarina Zahira López, en el que indaga sobre un legado con mucho vuelo.