El próximo 29 de noviembre y en el Teatro Metropolitano, esta compañía celebrará sus 25 años con un espectáculo. Entre sus planes futuros está conseguir una sede y revelar prejuicios.
En días más viejos, sentir aversión o preferencia por un color de piel era algo casi natural, en países como Colombia. Ser negro fue sinónimo de precario, escasez o inferioridad. Muchos de esos días ya se han ido, pero no del todo. Aún quedan prejuicios o se replican ideas de antes. Con el propósito de compartir su arte y su mensaje, se creó en 1997 la Corporación Cultural Afrocolombiana Sankofa Danzafro.
Le pueder interesar: El Comité, ejemplo de la transformación de la vida de las personas
La palabra sankofa significa volver a la raíz, y según la filosofía del pueblo de Ghana, África, tener en cuenta el pasado ayuda a comprender el presente y a mirar con más claridad el futuro. De acuerdo con esta compañía, su intención es “restituir los derechos humanos para las comunidades étnicas de origen africano, en Colombia, desde un enfoque intercultural y afrodiaspórico, que utiliza la danza como sistema de conocimiento”. Este conocimiento lo ha logrado a través del arte y la literatura, y sobretodo, mediante la cercanía con las comunidades. A muchas de ellas han llegado para conocer sus formas de entender el autocuidado, la identidad y las clases de danza. Chocó, Buenaventura, Puerto Tejada, Urabá y el archipiélago de San Andrés y Providencia han sido algunos de los lugares a donde ha llegado con su talento e intenciones.
“Queremos construir una sede para la cultura afrodescendiente. También nos interesa buscar más aliados”.
Para Rafael Palacio, su fundador, Sankofa está enfocada en “validar el conocimiento y tener en cuenta el contexto social, político e histórico”. Sobre su mensaje esencial, ese que invita a mirar el valor del ser humano en su diversidad y en sus posibilidades más allá de las divisiones o aspectos físicos, cuenta que aunque estamos actualmente en una época “post racial”, “todos somos seres humanos racializados: indígenas, negros o latinos somos denominados, y después de eso, generalmente, asociados a algunas ideas, y esto nos impide el desarrollo”, explica.
Lea: El corazón de Antioquia es Mágica
Rafael Palacio agrega que a él y a su compañía no les interesa quejarse, sino más bien “delatar las injusticias que suceden, para que se cuestionen y se busquen soluciones”. Respecto al futuro, y luego de mirar los 25 años que han pasado, afirma que uno de sus propósitos es encontrar una sede para sus ensayos y reuniones.
Celebrar 25 años
17 artistas que integran los semilleros de formación de Sankofa harán parte de una obra que busca mostrar el “quehacer creativo” en entornos visionarios de la juventud afrodescendiente, en Medellín. Con esta presentación se busca fortalecer la estética y las historias de los jóvenes afrocolombianos que viven en nuestros territorios. “Esta obra busca poner en escena las luchas de resistencias y existencias de la comunidad étnica afro, en Colombia”, cuenta la gente de esta compañía. Además de los conocimientos existentes su presentación busca dirigir la atención en la transformación social “mediante el cuerpo que baila y reflexiona con consciencia de su tiempo”.