Existen dos maneras de crear lo que deseamos en esta vida. Estas dos maneras son más efectivas cuando se combinan pero la mayoría de personas sólo utilizan una, perdiendo los beneficios de la otra.
La primera manera es probablemente la más común. Esta técnica consiste en utilizar nuestro cerebro para poner metas, hacer planes con fecha de expiración y tomar acción. Esta metodología es muy importante porque nos permite trabajar en equipo y por lo general es lógica y práctica. Esta técnica me gusta porque me llena de energía, me permite sentirme en control y crear resultados rápidos.
El problema con esta técnica es que no siempre todas las soluciones que necesitamos son lógicas y a veces el cerebro nos puede engañar. Nuestra mente puede percibir como amenaza, escenarios que no siempre son reales. Por ejemplo, la mente nos puede decir que no tenemos suficiente tiempo o dinero, o que no somos lo suficientemente inteligentes y capaces para lograr lo que queremos. Muchas personas no siguen sus planes porque al percibir estas amenazas se quedan paralizados.
La otra manera de alcanzar lo que deseamos es hacerlo desde nuestro corazón. Esta metodología consisten en primero crear momentos de silencio, oración y meditación, para así poder conectarnos con nuestra sabiduría y recibir inspiración. Hace algunos años me leí el libro El Alquimista, donde Paulo Coelho dice que cuando quieres algo el Universo entero conspira contigo para alcanzarlo. Para mí esta técnica es la manera de conectarme con algo más grande que yo, lo podemos llamar Dios, Universo o simplemente nuestra parte más sabia. Me gusta esta manera de crear porque me da tranquilidad, me siento conectada con el propósito de mi vida y me permite ver posibilidades que antes no había visto. Esta técnica nos permite ver más allá de las amenazas que percibe la mente y nos muestra lo creativos y recursivos que somos.
El problema con esta técnica es que no es lógica y sus resultados no son lineales, por lo tanto nos cuesta confiar en que nos va a dar lo que deseamos. El otro problema es que va en contra de algo que hemos aprendido en el mundo occidental, y es que las respuestas están afuera de nosotros mismos, en libros, mentores y el internet. Esta técnica presupone que dentro de nosotros están las soluciones a todas nuestras preguntas. Para empezar a utilizarla, primero debemos aprender a confiar en que existe una sabiduría que no es lógica y que vive en nosotros, y esto sólo lo lograremos a través de la práctica.
Creo que estas dos metodologías de creación se complementan y son útiles para diferentes momentos. ¿Cuál de las dos utilizas más? Te invito a que esta semana intentes utilizar una metodología diferente a la que tradicionalmente sigues. Creo que te sorprenderás de los resultados.