Isabel López es la creadora de Los Secretos de mi Mesa, un espacio virtual en el que comparte el arte de servir la mesa.
El fuego siempre ha sido el centro de reunión, el lugar en el que la gente comparte el calor, pero también la comida. “El alimento es un mediador emocional, comemos cuando estamos felices y también cuando estamos tristes”, explica el sicólogo y docente de la Universidad CES, Nicolás Cadavid.
Entendiendo esto y sabiendo que la mesa es la excusa perfecta para volver a la familia, para cultivar la comunicación, las relaciones, el disfrute y el compartir, Isabel López creó Los Secretos de Mi Mesa, un espacio digital en el que invita a comer en la mesa, a revivir esta actividad en familia.
“La familia es el núcleo de la sociedad, es un punto de encuentro”, explica Isabel, quien decidió empezar a compartir sus aprendizajes del arte de poner la mesa y servir a través de sus redes sociales.
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En palabras de Cadavid, “hacer de la comida un ritual es esencial, eso le da importancia al momento”, explica. Y por eso, el trabajo de personas como López cobra relevancia en estos momentos en los que la unión es importante. Para ella, las mesas del día a día deben ser igual de relevantes a las de una celebración especial: “al ponerlas, se comunica el amor, el buen gusto, se crean espacios de afecto”, explica.
Además, en la mesa se construyen memorias, se generan aprendizajes y se crea un escenario en el que se entra en contacto con el otro. “Eso sí, es importante dejar de lado los teléfonos celulares y las tabletas, para que de verdad haya una conexión”, concluye Nicolás Cadavid.