Colegiatura: tres décadas de trabajo por el potencial humano

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A punto de cumplir 34 años, esta institución universitaria trabaja en la formación de profesionales que puedan desarrollar sus talentos, ser felices y aportar a la construcción de una paz consciente. Conversamos con Julio Salleg, su rector.

En su oficina se escucha el canto de algunos pájaros y entra la luz, generosa, a través de las ventanas. Desde ellas, se ven los árboles, estudiantes y empleados que caminan entre este lugar, localizado en el kilómetro 7 de la vía Las Palmas. Aquí nos recibe Julio Salleg, rector de Colegiatura, una institución que él ha visto crecer desde sus primeros años. Y es que además de ocupar esta posición, fue uno de sus creadores. A la hora de hablar, aún se escucha un acento suave de los lugares cercanos al mar.

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Cuenta que llegó a Medellín, desde Montería, por una tradición muy definida en ese entonces: ante las opciones limitadas para estudiar en la capital de Córdoba, muchos de ellos venían hasta aquí, para realizar los estudios universitarios. Fue así como llegó hasta esta ciudad y comenzó a estudiar. Más que buscar la belleza (entiende que es relativa) cuenta que le llamaba y le llama la atención la posibilidad de crear.

22 años de creación tiene la sede actual, en Palmas.

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Creció en una familia de origen sirio-libanés que después de llegar a Colombia entendió la posibilidad de transformar, para bien, el entorno, a través de las ideas y del trabajo constante y comprometido. Inicialmente le daba un poco de miedo quedarse quieto, no actuar, y por eso acostumbraba buscar una solución rápida, enfocarse en el hacer, en lo que dependía de él mismo.

El poder de cada persona

Su gusto por el diseño y la convicción en el poder de cada persona, lo llevó a crear, junto a Humberto Palacio y Enrique Salleg, la actual Colegiatura. Desde un comienzo, la idea fue un salto al vacío. Y es que aunque había interés en Medellín en temas como la moda o el diseño, crear una institución académica nueva, hacerla conocer y ganar confianza no se veían como tareas sencillas. Y menos en la Medellín desde hace casi tres décadas: tradicional y seguidora de costumbres, nombres o apellidos conocidos.

Colegiatura ofrece actualmente 7 carreras profesionales y 2 posgrados. En ellos, además del Diseño y la Comunicación, es protagonista la gastronomía, abordada desde puntos variados.
Colegiatura ofrece actualmente 7 carreras profesionales y 2 posgrados. En ellos, además del Diseño y la Comunicación, es protagonista la gastronomía, abordada desde puntos variados. Foto: cortesía Colegiatura.

Una casa en la transversal Inferior de Medellín se convirtió en la sede inicial. Empezaron con dos programas académicos: Diseño Gráfico y de Moda. A este lugar le siguió otra sede, cerca a la calle 10, y finalmente se mudaron a esta sede campestre que se levanta en el kilómetro 7 de la Vía Las Palmas. Los desafíos los han acompañado durante estos años: conseguir los recursos para construir, encontrar espacios y personas que se sumen a esta iniciativa educativa.

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En el caso de esta sede nueva, cuenta que confiar en las posibilidades, después de hacer las tareas, es una de las enseñanzas que ha tenido. Hace más de dos décadas, y motivados por el deseo de llegar a un lugar más cómodo y visible, consiguieron este terreno en el que existe actualmente. En aquel tiempo y después de recibir negativas de todos los bancos para un préstamo, y luego de tocar todas las puertas posibles que les permitiera construir la sede actual, Julio Salleg estuvo tranquilo y atento a las señales.

55 estudiantes participan actualmente en su Laboratorio Articulado Jóvenes Creadores, un espacio reconocido en Medellí..

Días después de haber agotado los intentos, recibió una llamada de un amigo que aunque no conocía la situación, sintió la necesidad de hacerlo: lo buscó para ofrecerle un préstamo de dinero. Sorprendido por aquello que no podemos ver a veces y que también existe como oportunidad, lo consultó con sus socios.

Aceptaron y este hecho se convirtió en el punto de partida de la construcción de la sede buscada. “Toda esa potencia de lograr los propósitos está en las personas; el punto de partida está dentro de cada uno. La riqueza y la felicidad no están en las cosas que tenemos. Vivimos en una cultura que nos ha enseñado a centrarnos en los objetos, en el tener, y en mirar menos lo que somos. Cada persona tiene talentos que, si se desarrollan bien, le van a traer armonía, alegrías, y va a poder contribuir al entorno en el que estamos. Ese es uno de los mensajes que queremos transmitir desde Colegiatura. Está inmerso en todas nuestras actividades y programas. Lo hemos comprobado a través de nuestra experiencia y en el trabajo con los estudiantes”.

Inspirada por esta iniciativa, Colegiatura trabaja por la “paz consciente”, un concepto que habla de la importancia de la armonía individual como punto de partida del desarrollo equitativo y de la transformación colectiva. Julio Salleg y su equipo saben que este concepto es un poco disruptivo y que puede ser difícil entender, para algunos. Sin embargo, continúan trabajando, para llevar esta idea a más personas y lugares de Medellín y del país. Saben que no es sencillo explicar a algunas personas que la felicidad no está en comprar el último celular o cierto tipo de carro. Sin embargo, continúa en el camino, junto al equipo que le acompaña.

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