Será el primer gran frente de obras dentro de una intervención física que incluirá siete vías aledañas, costará $8.568 millones y se supone terminará en octubre.
La prometida y esperada intervención física del parque Lleras arrancó formalmente la semana del 7 de febrero con la firma de los contratos de construcción e interventoría. Siguió con la socialización inicial y la conformación del comité ciudadano de obra, trámites que se suplieron en la mañana del viernes 18 de febrero en el hotel The Charlee, ante un nutrido grupo de vecinos, comerciantes y artesanos.
Al momento de esta publicación, se deben estar cumpliendo con las actas de vecindad y entorno, luego de lo cual, durante la última semana de febrero, el parque Lleras será cercado con una polisombra por el contratista constructor Consorcio JP Medellín. De ese vallado temporal hacia adentro del emblemático espacio público, empezarán las demoliciones y construcciones.
El objeto del contrato que iniciará obras esta semana será “la construcción, mejoramiento y mantenimiento del espacio público del parque Lleras y movilidad peatonal asociada”.
Según explicaron en The Charlee los voceros de la Secretaría de Infraestructura Física de Medellín que coordinaron la reunión, mientras avanzan las obras dentro del parque (proyectadas “para tres o cuatro meses”), se espera que estén listos requisitos como el Plan de Manejo de Tránsito (PMT), vital para intervenir los tramos aledaños de las calles 8, 8A, 9 y 9A, al igual que de las carreras 38, 39 y 40.
Dentro de lo presentado está que la calle 9A será peatonal y en la calle 9 se eliminará el urbanismo táctico existente, manteniéndose como una vía de servicio. En las calles 8 y 8A, junto con las carreras 38, 39 y 40 se harán adecuaciones de calzadas y andenes “asociadas a la dinámica del parque”.
Lo que no gustó
Durante la socialización del proyecto, funcionarios de Infraestructura Física, del consorcio constructor y de la firma interventora (MIRS Latinoamericana SAS) presentaron los renders de lo que será el nuevo parque Lleras, lo cual despertó varias inquietudes y expresiones de sorpresa en los asistentes.
La primera observación tuvo que ver con la falta de módulos para los artesanos y pintores, pese a que se han solicitado en repetidas reuniones previas. Tampoco se vieron las baterías para baños públicos, pedidas por todos. La respuesta fue tajante por parte del ente oficial: no se harán y se trabajará en soluciones móviles concertadas más adelante, con participación de otras secretarías.
Finalmente, se reiteró la petición de recuperar la fuente de bronce (de los años 1930) que hace casi una década fue retirada para su mantenimiento y de la que todavía se desconoce su paradero. “No la vemos en los renders”, dijeron los vecinos, quienes también pidieron que se respetaran todas las placas conmemorativas y la estatua de la Virgen María, elementos que se acordó serán reinstalados en el nuevo parque.