El amor por el Amazonas hizo que la fotógrafa paisa Carolina Villegas contribuya para que e pulmón del mundo siga respirando en la crisis de la COVID-19.
Carolina Villegas conoció el Amazonas en la década de 1990 y su conexión con la selva fue inmediata. Sintió curiosidad por ese mar verde de vida y oxígeno, y en ella nació un gran interés por conocer su cultura, sabiduría, conservación y una biodiversidad únicas en el planeta.
De la mano de José Rojas, guía turistico, Carolina Villegas hizo del Amazonas su lugar de paz y seguridad, allí encontró gente pura, transparente y sin ningún pasado de guerra. Sus constantes viajes la comprometieron con las comunidades indígenas y con la educación de los niños, encontrando en los kits escolares, el camino a través del cual, podría devolverle a la vida parte de todo lo que le ellos le han dado.
Hoy, la preocupación de Carolina Villegas pasa por esa región que tanto ama. Tiene la tasa más alta de contagiados de COVID-19 en el país, 90 por cada 10 mil habitantes, y es uno de los epicentros de la pandemia en Colombia, gracias a su cercanía al Perú y Brasil, este último con más de 300 mil casos y 21 mil muertos.
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Gracias a donaciones de una gran red de amigos y sus empresas, y con el soporte logístico de la Fuerza Aérea de Colombia y la Armada Nacional, Carolina le está cumpliendo como una colombiana solidaria a ese lugar y a esas personas. “El Amazonas es el lugar donde recargo mis fuerzas para el año, me llena de amor, alegría y una plenitud total gracias a la naturaleza, a sus paisajes, su gente y la cultura. Es el lugar donde necesito ir cada año, pareciera como si yo estuviera dando pero realmente soy la que recibe”, expresa Carolina Villegas.
Carolina se unió entonces a la iniciativa Colombia Cuida a Colombia para recoger fondos y ayudar a las distintas comunidades del país. Cambió los kits escolares por alimentos y suministros médicos. “Desde que hago parte de este grupo de Colombia cuida a Colombia he conocido muchísimas personas, fundaciones, y entidades que también ayudan al Amazonas. Eso me llena de esperanza”, dice.
Desde que comenzó la crisis humanitaria por COVID-19, Carolina ha hecho una labor ejemplar: 847 familias de distintas comunidades han recibido mercados, tapabocas, caretas y productos de desinfección. También ha llevado camas hospitalarias y sillas de ruedas para el hospital de Puerto Nariño y de Leticia. Así, hace parte de una gran comunidad de personas, entidades y fundaciones como Antioquia Presente y Pálpito Amazonas que buscan fortalecer el sistema de salud de la región y llevar toda la ayuda humanitaria posible.