Por 24 años, Camilo Valencia ha estado dedicado al arte, a expresarse por medio de la música.
Su vocación de cantautor lo llevó hace 13 años a lanzar su primer álbum, el que lo encaminaría, sin imaginarlo, a ser el activista que es hoy.
Camilo, que hoy tiene 42 años, lanzó en el 2007 su primer álbum como cantautor titulado Corazón pop, en aquel entonces sus canciones llevaban el mensaje de protección de las mujeres y la realización de los sueños.
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Un día ese enfoque cambió. A su casa llegaron dos perros, Jack y Jacky.
“Cuando llegaron a mi hogar cambiaron todas las dinámicas de nuestra vida, volvieron a unir la familia y fue a través de ellos que se empezó a despertar esa conciencia sobre lo que estaba pasando con los animales en todo el planeta”, le dijo el artista a Vivir en El Poblado.
Una vez despertó, Camilo descubrió su pasión por cantarles a los animales y por velar por sus derechos y su protección
Un día clave en la vida y carrera de Camilo fue cuando vio cómo funcionaba la industria peletera en China, “ese día tome la decisión de que tenía que hacer algo con mi música, darle un giro y ponerla al servicio de los animales que son criaturas absolutamente inocentes que no se pueden defender solos”.
En el año 2014 lanzó su primer álbum con énfasis en canciones animalistas y lo hizo sin perspectivas o aspiraciones comerciales. “Yo decía: en qué emisora comercial van a poner a alguien cantándole a los animales”.
La sorpresa se la llevó cuando su canción Despierta tuvo tanta acogida entre el público, que empezó a ser replicada por movimientos activistas, fundaciones y organizaciones que llevaban décadas trabajando y luchando para conseguir que se respeten los derechos de los animales.
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Su primer álbum con una temática 100 % animalista se llamó Liberaciones solares.
En el 2016 ganó una beca de creación de la Alcaldía de Medellín por su tercer álbum titulado Luz y planeta y con esos recursos de la Alcaldía grabó un álbum en donde empezó a introducirse en los temas de la protección del planeta y de los pueblos ancestrales.
“La tauromaquia, el tráfico de fauna silvestre y otras prácticas crueles con los animales son protestas características de su mensaje”.
Camilo sabe que despedirse de los animales de compañía es un momento difícil. Él perdió a Jacky hace siete años y medio y con su experiencia, compone canciones que les permite a sus dueños recordar a esos seres que los acompañaron en alguna parte de sus vidas.
Sus canciones se escuchan en fundaciones y organizaciones animalistas de Argentina, Chile, Perú, Ecuador, Venezuela, México y España.
“Con este tercer álbum de Luz y planeta se consolidó mi carrera como activista por los derechos de los animales, del medio ambiente, del planeta y los derechos de los pueblos ancestrales”, expresa emocionado Camilo.
Con un sonido más actual y rockero, más denso y pesado como Camilo lo describe, promocionaron durante todo el 2020 el álbum que grabaron en 2019, “en vivo como lo hacían los antiguos, en bloque y allí recopilamos las canciones más importantes de mi carrera”.
Ahora, Camilo tiene como prioridad sacar adelante la campaña #QuemarPólvoraEsMaldad, que lanzó desde el primero de diciembre junto con un grupo de ciudadanos indignados por esta mala práctica, “quisimos sumar y hacer una campaña diferente enfocada a que los ciudadanos se puedan expresar y puedan sacudirse de todas las emociones negativas que despierta precisamente la quema de pólvora”.
El 2021 Camilo lo ve incierto. “No hay mucha perspectiva de saber qué es lo que va a pasar porque como bien se sabe, uno de los sectores más afectados por la pandemia es el mundo de las artes y del entretenimiento. Por lo pronto mi trabajo es mantenerme activo en redes sociales, mantener mi activismo enviando los mensajes y esperar de una u otra forma que está tomé alguna dirección”.
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