Ahora bien, ¿qué pasará con el cambio de alcalde? Sería clave conocer la posición de los candidatos. ¿Mantendrán, restringirán o ampliarán el presupuesto del Municipio, hoy en día factor sustancial, pero no total, de las finanzas de la Fiesta? ¿Respetarán su autonomía intelectual o intentarán acomodarla a sus proyectos políticos? ¿La dejarán en el norte o la moverán de allí? No quiero ser agorero, pero entre los candidatos hay algunos que jonjolean tanto con la lucha armada contra la inseguridad que miran la cultura por encima del hombro. Por eso me pregunto, ¿será hora de que la sociedad civil se encargue de la Fiesta?
* Día tras día. ¿Y la efeméride literaria de esta semana? El 19 de septiembre de 1908 nacía Mika Waltari, en Helisinki, Finlandia. El más reconocido y popular de los escritores finlandeses, Waltari se graduó en Literatura y trabajó como crítico literario en revistas y periódicos de su país. Fue un trabajador compulsivo, hasta el punto de llegar a sufrir insomnio y varios episodios de depresión, que lo llevaron al hospital.
Su primera novela narraba la vida bohemia en Finlandia. Después escribió una serie de novelas policíacas con un personaje que fue llevado al cine, el Inspector Palmu, viejo y socarrón. Más tarde, Waltari escribió guiones para libros de cómics y en 1945, a sus 37 años, publicó Sinuhé, el egipcio, novela histórica sobre la época de los faraones. Sinuhé, en plena Segunda Guerra Mundial, se volvió un best-seller. Hollywood, tan reacio a lo que no sea gringo, hizo una adaptación fílmica en 1954, lo cual contribuyó a la fama y prestigio del libro, que aún perduran. Waltari también escribió otra famosa novela histórica, El ángel oscuro, ambientada en la caída de Constantinopla. Murió en Helsinki, en 1979.
* * Body copy. “Imagínese ese autobús con un ataúd sobre el techo. Su larga sombra cruzando el desierto sin testigos, Panamericana abajo, desde la frontera peruana. Y nosotros aquí en Pampa Hundida, esperándolo. Con una mezcla de fascinación e impaciencia morbosa por ver en qué terminaría todo aquello. Todavía a veces, en tardes de resolana como esta, cuando sopla ese viento que arremolina el polvo de la pampa, yo me imagino ese bus. Y me distrae pensarlo todavía en la carretera, con el ataúd sobre el portaequipajes, sin acabar de desviarse hacia nuestro oasis, sin acabar de revelarnos su ironía”.
Carlos Franz. Españoles perdidos en América, uno de los cuentos de La prisionera, 2008.
* * * Vademécum. ¿Atafagado? “Sofocar, aturdir, hacer perder el uso de los sentidos, especialmente con olores fuertes, buenos o malos”.
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