Avíspese, póngase abeja y sólo marque el 123

En Medellín, se atienden las solicitudes de reubicación de enjambres y nidos de abejas y avispas en el módulo ambiental de la conocida línea de atención de emergencias. No hace falta atacar estos nobles insectos.

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La convivencia en espacios públicos con abejas y avispas puede llegar a ser peligrosa para personas alérgicas a su picadura, mascotas y los mismos bichos (llamados himenópteros). Por prejuicios mal fundados, terminan siendo quemados, aplastados o envenenados; todas malas decisiones que afectan más especies y al medio ambiente, pues cumplen importantes funciones ecológicas.

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“Les echan insecticidas y dan ganas de llorar cuando uno ve luego los colibríes que caen también, las mariposas, los cucaracheros. Y más sabiendo que hay mejores opciones”, comenta Yurani Manco, bióloga adscrita a la Unidad de Gestión del Riesgo Asociado a Biodiversidad, del Área Metropolitana del Valle de Aburrá (AMVA).

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La experta, junto con Héctor Valencia, un reconocido apicultor y reubicador profesional de enjambres, nidos y panales, se han dado a la tarea de dictar charlas sobre la importancia de estos insectos sociales por sus papeles de polinización (las abejas) y control biológico de plagas (las avispas).

También aprovechan para formar en cómo actuar ante un enjambre o panal “mal ubicado”, es decir, cerca de áreas con paso peatonal, parques, colegios, hospitales. “Lo primero es no angustiarse, mantener la calma, no alterarlas haciendo movimientos bruscos o moviéndoles los nidos. Cada municipio tiene su unidad de expertos que las reubicará; hay que informarse en la alcaldía. En Medellín, por ejemplo, se piden al 123. En Envigado, al 6043394065, que es la Oficina de Gestión de Riesgo. Solamente hay que esperar a que lleguen y seguir indicaciones”.

REFUGIOS METROPOLITANOS

La manipulación de estos insectos debe estar a cargo de personal calificado, que utiliza equipos de protección personal, ahumadores, aspiradoras y recipientes especiales. Antes de cada rescate, se tiene claro el sitio a donde serán reubicados los himenópteros: lo más cerca posible para evitarles estrés, pero lo suficientemente lejos de las concentraciones humanas. Las avispas, por ser autóctonas, son trasladas a las reservas naturales con que cuente cada ente territorial, como el cerro Volador, en Medellín. Las abejas requieren de unas condiciones ambientales especiales, y por eso el AMVA cuenta con una red de 25 apicultores comerciales que las acogen en nuevas colmenas, todos ellos ubicados en zona rural. Hay por lo menos uno por cada municipio asociado. 

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