Residentes de Astorga se viene organizando con el fin de dar, “una pelea legal” para recuperar la tranquilidad y paz que a su juicio perdieron por la creciente actividad nocturna y las decisiones distritales que la alientan. “El cierre de la 43B, entre calles 8 y 9, era temporal, pero ya van dos años y no se ve interés en revertir esa situación que nos tiene muy afectados. Ni siquiera nos han consultado. Nos estamos asesorando de abogados que tuvieron éxito en poner en cintura a negocios de rumba en otras partes, como en la calle 33”.
Le puede interesar: El Poblado, campeón metropolitano en ruido