Después de la celebración del día de Acción de Gracias he estado pensando más sobre la gratitud. Hace unos días en twitter, Oprah puso el siguiente mensaje: “No es que las personas felices vivan con gratitud, sino que las personas que viven con gratitud son felices”.
A lo largo de mi vida me he dado cuenta de que algunas de las creencias que tenía con respecto a la felicidad no son ciertas. Antes creía que la verdadera felicidad estaba en el futuro, cuando alcanzara una meta o cuando me sintiera menos estresada. Pero afortunadamente la vida me ha demostrado que la felicidad está en el presente, es más, que la felicidad únicamente vive en el ahora.
Hoy entiendo que mis pensamientos determinan cómo me siento. Si empiezo a pensar en que las cosas pueden salir mal, siento miedo, pero si me enfoco en lo positivo me siento tranquila. La manera más rápida que conozco para enfocarme en lo positivo, es pensar en las cosas por las que me siento agradecida.
Hace unos meses asistí a un congreso de sicología positiva y en muchos de los paneles en los que estuve hablaron de los cientos de beneficios que se obtienen cuando uno practica la gratitud diariamente. Los resultados de las investigaciones de los científicos participantes demostraron que las personas que viven con una actitud de agradecimiento tienen menos estrés, menos depresión, hacen más ejercicio, alcanzan sus metas, tienen un mayor nivel de optimismo y entusiasmo.
Después de ver la importancia de esta práctica, decidí empezar un diario de gratitud. Todos los días a las 12 m me suena la alarma de mi celular con la palabra Gratitud, entonces interrumpo lo que esté haciendo y por cinco minutos escribo en mi diario. Al principio escribía una lista de cosas por las que me sentía agradecida: la buena salud, mi familia, mi carrera, mis gatos… pero la verdad es que eso no me hacía sentir mucho mejor. Fue así como empecé a escribir con más detalle acerca de solo una o dos razones por las cuales me sentía agradecida. Por ejemplo: gracias por mis gaticos. Gracias por que me hacen reír mucho con sus travesuras y porque me derrito de ternura cuando se duermen a mi lado. Gracias por esas pulguitas que siempre me reciben maullando cuando llego a mi casa.
La clave de este ejercicio es escribir sobre un tema hasta que empieces a sentirte mejor. Hasta ahora esta práctica no me ha fallado. No importa lo estresada, cansada o triste que esté. Si saco unos minutos y me enfoco en escribir todas las razones por las que me siento agradecida por un tema, siempre me siento mejor.
Tal vez donde vivas no celebren el día de Acción de Gracias, pero no permitas que esto te frene de experimentar los beneficios de practicar la gratitud hoy. Si quieres sentirte mejor en este instante, haz ya el ejercicio de agradecimiento que expliqué anteriormente.
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