Tres temblores en un lapso de quince días, dos de ellos por encima de magnitud 5.0, se han sentido en Medellín y Colombia durante abril. El más reciente, este miércoles 15, a las 6:00 de la mañana, con epicentro en el municipio de Mompox, departamento de Bolívar, y una magnitud de 5,7 según el Servicio Geológico Colombiano.
Esta seguidilla de sismos, con tanta fuerza y en tan corto tiempo, han causado angustia en algunas personas, pero el profesor de la Universidad Eafit, Juan Diego Jaramillo, ingeniero civil especialista en ingeniería sísmica, comenta que no hay registro de una liberación extraordinaria de energía en la tierra, que indique alguna variación en su comportamiento.
“Es normal lo que está ocurriendo, y es más un tema de percepción en la gente. Se está liberando la misma cantidad de energía anual desde hace muchos años, se mantiene estable. Ocurre que hoy tenemos más infraestructura, somos más seres humanos, hay más comunicaciones, y muchos de esos sismos antes pasaban desapercibidos en zonas deshabitadas”, reseña Jaramillo.
Por la posición geográfica en que se encuentra Colombia, el ingeniero explica que el país está sobre el llamado Anillo de fuego del Pacífico, en la esquina noroccidental del cono sur del continente americano, una junta donde confluyen varios fenómenos sísmicos aún en estudio, pero sobre los cuales no hay qué preocuparse.
“Afortunadamente, porque el día que la tierra deje de temblar, es porque el calor de la tierra desaparece, y ese día desaparece la vida en el planeta“, cierra el experto.
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