Lo que se puede hacer en Medellín

 

Medellín, bendecida de Dios, es particularmente libre. La cantidad de opciones que ofrece es sorprendente. Entre las múltiples actividades que usted puede hacer en la ciudad, con una probabilidad bajísima de ser molestado, figuran las siguientes:

• Hablar por celular mientras conduce: Así aprovecha mejor el tiempo y mantiene sus manos ocupadas. Los “manos libres” son para gente poco hábil o asustadiza.
• Llevar niños pequeños en el carro sin cinturón o silla: Si usted va en un asiento delantero y no lleva abrochado su cinturón, será fastidiado por las autoridades de tránsito, lo sentimos. Pero esté tranquilo si lleva niños pequeños o bebés, nadie le preguntará nada si van sueltos o en brazos de un acompañante. Pasarán años y años antes de que se exija llevarlos en sillas especiales, propias de otras sociedades menos aventureras.
• Violar los límites de velocidad en todas las vías: Bueno, son tan ridículamente bajos, que lo ridículo sería no violarlos. Son una invitación permanente que extienden las autoridades para que usted vaya a la velocidad que necesite sin preocupación alguna.
• En vías de doble calzada, circular por la izquierda a velocidad digna de estar buscando direcciones. En la vía de Las Palmas podrá usted apreciar a verdaderos campeones de esta actividad. Los demás conductores también se divierten haciendo continuos zig-zag para sobrepasarlos, haciendo más interesante subir o bajar por esta moderna vía.
• Circular en su vehículo sobre los cruces peatonales sin mirar, detenerse sobre ellos, etcétera: ¿Para qué pintar tanta raya si la gente está acostumbrada a pasar “como mi Dios le ayude”, esquivando carros y buses a la torera?
• Como peatón, cruzar cualquier vía en cualquier parte: Hacerlo por las esquinas o por puentes peatonales es para miedosos o para gente que tiene todo el tiempo.
• Circular en moto con toda la familia: Los guardas de tránsito, tan comprensivos, entienden que los niños van más seguros mientras más se aprieten “dentro” de la moto.
• Subir y bajar por las lomas empinadas de El Poblado en un camión cargado: Mejor si es viejo ¡Le pondrá más emoción al viaje!
• Emitir negros y tóxicos gases: Actividad libre si usted conduce bus, volqueta o camión. Solo preocúpese si va a conducir un automóvil, ahí sí se volverá usted sospechoso de contaminar el medio ambiente.
• Entrar a un peaje en contravía: Todos entenderán que usted no tiene tiempo para hacer colas. Y fresco, que de todos modos le recibirán su pago.
• Ensuciar las calles urbanas con concreto: Para hacer bien esta divertida actividad, es preferible poseer planta de mezclas y camiones mezcladores de concreto. Ninguna autoridad lo notará, o si lo nota, jamás le dirá nada.

En fin, que no se diga que en Medellín se restringen las libertades y el libre desarrollo de la personalidad.

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