El segundo túnel ya está perforado. ¿Y el tramo a cielo abierto qué? La concepción de este proyecto es típica de 1997, cuando bastaba con una vía de calzada simple hasta el aeropuerto.
Es emocionante cruzar por primera vez el nuevo Túnel de Oriente. Salta a la vista que es una obra de excelente ejecución, con la última tecnología para garantizar flujo ágil y seguridad. En el túnel largo y en el corto y también en el tramo a cielo abierto.
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Además, la experiencia de manejo es agradable. Aun teniendo que permanecer en fila india, pues no es posible adelantar otros vehículos. Uno siente que entró a un espacio especial, diferente.
Sí, ¿pero por qué? Al poco tiempo se hace obvia la razón: ¡No hay motos!
Perdón, pero ¿hace cuánto los conductores de autos de cuatro ruedas no sentíamos el placer de recorrer una vía sin el continuo estrés de la moto que aparece a alta velocidad, o que se mete por la derecha, o que zigzaguea o viene sin luces?
No obstante, tan positiva experiencia baja de nivel cuando uno cae en la cuenta de que es una vía bidireccional, de calzada simple. Sí, en pocos años se podrá circular por el segundo túnel, que ya está perforado. Muy bien. ¿Y la vía a cielo abierto qué?
Todo indica que no hay planes concretos para construir un viaducto paralelo al recién inaugurado. Dada la topografía tan empinada, sería una obra técnicamente muy compleja y tal vez de costo prohibitivo.
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Es decir, habrá dos túneles en paralelo, cada uno con sus dos carriles -una delicia- pero a la salida esos dos carriles van a confluir en uno. Evidente cuello de botella. La fila en ocasiones llegaría al túnel.
Tenemos entonces un túnel modelo 2020 -qué duda queda- dentro de una concepción de proyecto típica de 1997. Año en que se concibió la obra, según nos recuerdan todo el tiempo. En esa época, con una pequeña fracción del tráfico vehicular y aéreo que tenemos hoy (¿cómo será en 10 años…?), seguro bastaba con una vía de calzada simple hasta el aeropuerto.
En 1997 tampoco podrían imaginar que el Túnel iba a conectar con una vía Las Palmas y con un El Poblado frecuentemente colapsados de tráfico, atentando contra la competitividad del proyecto.
Han pasado 23 años. Doble calzada es lo mínimo que deberíamos esperar (¿exigir?) para acceder a un lugar tan crítico como el aeropuerto.
En fin, la doble calzada ya no fue por el túnel. Salvo que el concesionario sí se le mida a esos 4,5 kilómetros de puro viaducto. Poco realista, por ahora.
Esperemos entonces la futura vía Sancho Paisa – Tablazo, a punto de salir a licitación. Cuando entre en operación, en unos tres años, permitirá llegar hasta el aeropuerto totalmente en doble calzada. ¿Será cierto, por fin?