Más que una dieta de desintoxicación, el organismo necesita y merece una alimentación sana y consciente. Claves para cambiar de hábitos.
Por:Juan Pablo Tettay De Fex / [email protected]
En temas de equilibrio, la alimentación hace parte de un proceso esencial. Así lo reconocen Paula Pérez, médica integrativa y directora de Ekuo, y Carime Muvdi, autora de ¡Mejor que nunca!, un libro con consejos para una vida saludable después de los 40.
Paula parte de dos preguntas básicas: “¿cómo y para qué estoy comiendo?”. La respuesta habla de crear conciencia, “de no hacer una dieta porque está de moda”, agrega Carime. ¿Qué implica? Una forma consciente de ingerir alimentos, de pensar en lo que le estamos dando a nuestro cuerpo.
¿Para qué como?
Los alimentos le dan a nuestro cuerpo los nutrientes que necesita para funcionar en el día a día. Para la doctora Pérez, “la alimentación debe ser algo placentero, pero, además de conocer el objetivo, hay que tener en cuenta lo que estoy comiendo, qué tipo de ingredientes uso y qué le estoy dando a mi cuerpo”.
Por eso es necesario entender que hay alimentos que, en vez de aportar energía, hacen que uno se sienta cansado e impactan sobre los sistemas digestivo e inmune y hasta las emociones: “malos hábitos pueden causar ansiedad, irritabilidad y mal genio”, explica Pérez.
Según Carime, una clave para un alimentación más consciente, es aprender a escuchar el cuerpo, “conocerlo y saber qué me hace bien y qué no”.
Integralidad
Es importante entender que comer de forma consciente, no solo es un tema de lo que se come, sino de cómo se compra (ver página 2 de La Buena Mesa) y cómo es el ambiente. También es importante el sabor para que haya placer.
“Hay que poner la mesa, sentarse, agradecer los alimentos, estar presente a través de los sentidos y diferenciar cada uno de los sabores de un plato, apagar equipos electrónicos y no invitar celulares a la mesa”, indica la doctora.
Los antojos
¿Qué comer entre comidas? Todo depende de organismos y metabolismos. Sin embargo, para eliminar los antojos durante el día, lo primero que hay que hacer es desayunar bien.
También hay que hacer una pausa y preguntarse si el hambre que se siente es emocional o es real.
“Generalmente, el hambre emocional pide dulces y harinas procesadas; el hambre real se calma con frutas y verduras”, explica Paula Pérez. Por eso, si el antojo es de chucherías, es mejor hacer una pausa y pensar qué está pasando. Por otro lado, Carime Muvdi agrega que la mayoría de veces “los antojos de dulce aparecen cuando no estamos bien hidratados”. El agua es esencial.
Otras claves para una alimentación sana y consciente
- Entre bocado y bocado, bajar los cubiertos.
- Cocinar y comer lo más relajado posible.
- Pensar en la vista y servir platos llenos de color.
- Incluir más vegetales en la dieta.
- Hidratarse constantemente.