Un domingo hacía varias semanas estaba triste y pensativa. Después de ver un documental sobre Gloria Steinem, la activista, autora y defensora de los derechos de las mujeres, me quedé pensando que yo no había hecho suficiente con mi vida. “Mientras hay personas dando su vida por salvar a niños al borde de la muerte, cambiar políticas que afectan el medio ambiente, etcétera, ¿qué he logrado yo?”.
Casi siempre me siento muy plena en mi vida y muy orgullosa de lo que he logrado, pero les mentiría sino acepto que dentro de mí hay una vocecita que dice “no has hecho lo suficiente” o “no soy suficiente”.
Hace unos días me leí un artículo escrito por una de mis autoras favoritas, Elizabeth Gilbert. En este escrito, habla de cómo muchas de las mujeres que la rodean no creen que están haciendo suficiente. Si están enfocadas en sus carreras, creen que deberían dedicar más tiempo a su esposo y a su familia. Si decidieron ser madres de tiempo completo, sienten que echaron a perder tiempo, dinero y esfuerzo que pusieron en su educación. Si son madres y también trabajan, sienten que no están haciendo ninguna de las dos bien.
Además, Gilbert habla de cómo constantemente nos comparamos unas a otras. “Esa tiene una mejor relación con su pareja que yo”. “Tiene mejor puesto, más dinero, una casa más grande, es más linda, es mejor mamá”. Todo este comparar, nos refuerza esa vocecita que nos dice que no somos suficientes.
En su artículo, Gilbert propone que tal vez la razón por la que muchas mujeres no nos sentimos suficientes es porque no tenemos una historia larga de mujeres educadas y autónomas que nos sirvan como modelos a seguir, nadie nos ha dado un mapa de cómo ser mujeres en esta época. Y por lo tanto el resultado es que cada una de nosotras está tratando de navegar este nuevo mundo de posibilidades ilimitadas donde los riesgos son altos. Todas cometemos errores, tomamos decisiones equivocadas, nos sobrecomprometemos con algunas cosas y nos olvidamos de otras.
Elizabeth nos hace una invitación a que aceptemos que nos vamos a equivocar, que es muy probable que vamos a defraudarnos a nosotras mismas. Que en algún momento alguien va a ser una mejor madre que nosotros, va a avanzar más en su carrera, va a tener un impacto más grande en el mundo. Que vamos a tomar la decisión equivocada, salir con el hombre que no es, perder el control, etcétera. Celebremos estos errores, porque así es que se crean los mapas. Somos nosotras las pioneras de este momento histórico y estoy segura de que futuras generaciones nos lo agradecerán. Nos agradecerán haber marcado el camino para ellas.
Y a esta invitación le quiero agregar lo siguiente, sigamos adelante creando nuestras vidas con un sentido de que si somos suficientes. Que el hecho de que no todo lo hagamos perfecto, solo es un ejemplo de que lo estamos intentando. Celebremos lo que otras mujeres logran y recordémonos unas a otras que somos suficientes.
[email protected]