Para Juan David Zapata, director creativo de Juniper, la pandemia de Covid-19 permitió que su empresa creciera en un año lo que tenían presupuestado crecer en cuatro. “La gente empezó a tomar más cocteles en casa y, además de aprender de licores, también empezó a buscar los mejores mezcladores”, cuenta. Y así, las aguas tónicas y las sodas de Juniper empezaron a llegar a las casas de los clientes.
Pero, no contentos con esto, desarrollaron tres cocteles listos para tomar (ready to drink): gin tonic, paloma y moscow mule, “tres de los cocteles más populares entre nuestros clientes”.
Fue tanto el esmero que le pusieron al desarrollo de estos tres productos que el gin tonic ha sido elegido por tercera vez consecutiva como el mejor gin ready to drink (RTD) del mundo en la San Francisco World Spirits Competition, el certamen de este tipo de bebidas más respetado e importante que hay en esa materia.
La receta es siempre: ginebra Tanqueray London Dry, enebro natural y quinina colombiana, además de azúcar de caña, cítricos y agua tónica. Pero la fórmula es tan deliciosa que este coctel logró doble medalla de oro y de platino, por obtener el oro por tercera vez consecutiva.
Los cocteles RTD son una innovación relativamente reciente que refleja el ritmo acelerado de la vida moderna. Su popularidad comenzó a crecer en la década de 2000, cuando los consumidores empezaron a buscar opciones de bebidas alcohólicas más convenientes y accesibles. Estos cocteles ofrecen la calidad y el sabor de un coctel de bar, pero con la facilidad de ser disfrutados en cualquier lugar y en cualquier momento. Empresas como Juniper han perfeccionado esta tendencia, creando bebidas que no solo son prácticas, sino que también alcanzan altos estándares de sabor y calidad, como lo demuestran los premios internacionales que han recibido. Que esta sea la excusa para hablar de tres cocteles que son emblemáticos.
Historia del gin tonic
El gin tonic, una bebida emblemática, tiene sus raíces en la época colonial británica. En el siglo XIX, los oficiales británicos estacionados en la India mezclaban ginebra con agua tónica para hacer más llevadero el sabor amargo de la quinina, un ingrediente esencial en la lucha contra la malaria. La quinina se obtiene de la corteza del árbol de quina y, aunque efectiva, era notoriamente amarga. Añadir ginebra y un toque de azúcar ayudaba a suavizar el sabor, dando origen a este icónico coctel.
Para Zapata, “el sabor refrescante y cítrico del gin tonic combina perfectamente con mariscos frescos como ostras, camarones y ceviche. La acidez y el toque amargo de la quinina complementan la frescura y salinidad de los mariscos, realzando su sabor natural”.
Historia del paloma
El paloma, considerado por muchos como el coctel nacional no oficial de México, tiene una historia que refleja la rica cultura y tradiciones del país. Se dice que fue creado en la década de 1950 por Don Javier Delgado Corona, propietario del legendario bar La Capilla, en Tequila, Jalisco. El paloma combina tequila, jugo de toronja, soda de toronja, jugo de limón y una pizca de sal, ofreciendo un sabor fresco y burbujeante que captura la esencia de México.
En cuanto al acompañamiento de este coctel, según explica Juan David, “los tacos de pescado o pollo con un toque de limón y salsa picante se maridan de maravilla con un paloma. La frescura del jugo de toronja y la acidez del limón en el coctel complementan los sabores cítricos y especiados de los tacos, haciendo de cada bocado una explosión de sabor”.
Historia del moscow mule
El moscow mule es una bebida que mezcla la tradición con la innovación. Nació en la década de 1940 en Estados Unidos, no en Rusia como su nombre sugiere. Jack Morgan, propietario del Cock ‘n’ Bull Pub en Hollywood, tenía un excedente de ginger beer que no lograba vender, mientras que John Martin, dueño de la marca de vodka Smirnoff, buscaba promover su producto. Juntos, idearon el moscow mule, combinando vodka, ginger beer y jugo de lima, servido en una icónica taza de cobre. Este coctel no solo salvó ambos negocios, sino que también popularizó el vodka en Estados Unidos, convirtiéndose en un clásico instantáneo.
“La cocina asiática, especialmente platos que contienen jengibre y limón como el sushi o el pad thai, complementa maravillosamente un moscow mule. Los ingredientes comunes entre el coctel y la comida realzan los sabores y ofrecen una experiencia gastronómica coherente y placentera”, concluye Zapata.