Ya se han comunicado algunos avances de la mesa de diálogo entre las autoridades y los 780 indígenas emberá katío, quienes ingresaron a la fuerza a la sede administrativa de la alcaldía de Medellín, la semana pasada.
La Unidad para las Víctimas, jurisdicción en Antioquia, informó que uno de los primeros acuerdos tiene que ver con el retorno de estas comunidades a sus resguardos en el Chocó, entre ellos el Alto Andágueda, así como la reubicación en otras zonas del Urabá antioqueño y chocoano.
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Claudia Patricia Vallejo, directora territorial de la Unidad para las Víctimas, entidad que hace parte de la mesa de diálogos con los indígenas emberá katío, informó que se les entregarán ayudas humanitarias para su regreso y se coordinarán las acciones para implementar un plan de retorno con enfoque diferencial étnico en las próximas semanas.
“El próximo lunes inicia la caracterización de cada una de las familias para identificar sus actuales condiciones de vida y carencias para atenderlas. En la entrevista de caracterización cada familia podrá decidir si quiere retornar o reubicarse. Es un retorno con voluntariedad, seguridad y dignidad”, fueron las palabras de la directora.
Y añadió que los indígenas que decidan retornar al Chocó, se les dará por un año ayuda humanitaria de emergencia en alimentos, mientras recuperan sus proyectos productivos para abastecerse.
Por su parte, Rodrigo Vitucay, uno de los voceros de las comunidades indígenas, aseguró que son necesarias garantías para la permanencia en sus resguardos, y “con condiciones dignas”, dijo él. El propósito es evitar la repetición de hechos victimizantes, como el desplazamiento forzado, motivo por el cual estas comunidades completan cinco o más años como desplazados.
Entre las principales problemáticas que denunciaron los indígenas están el desempleo, la desnutrición y condiciones de hábitat precarias en inquilinatos de Medellín.
Finalmente, el alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle, expresó que su gobierno apoyará el retorno de las familias que así lo decidan. Sin embargo, fue enfático en que no permitirá que haya instrumentalización de menores para que se permita la mendicidad y la explotación comercial en la ciudad, que era uno de los pedidos de la comunidad indígena.
Cabe recordar que la comunidad indígena emberá katío que protestó la semana pasada en la alcaldía de Medellín, unos 780 indígenas, está siendo atendida en el coliseo Carlos Mauro Hoyos, de Medellín.