Mareah es una artista de El Poblado, quien hace su música desde acá, entre lo verde y natural del barrio. Sus canciones resuenan entre una fusión de la naturaleza y el género urbano.
La artista colombiana Mareah afirma que la música le llegó mucho antes de nacer. Diversos sonidos han estado presentes en su vida. Ella recuerda su infancia, en su casa o la casa de su abuela, ambas ubicadas acá, en El Poblado, y en ellas siempre hubo lugar para la música.
En su propuesta musical se fusionan la naturaleza y el género urbano. Así, como una marea arrolladora, que toma sus bases melódicas en el pop latino.
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Es cantante, compositora, arreglista vocal, productora y tiene muchos otros oficios en la música. Para conocer el estilo sonoro de Mareah, conversamos con ella.
¿Qué es lo diferente que tiene la propuesta musical de Mareah?
Yo siento que he logrado ver la música de un ángulo diferente a los demás artistas. Soy ingeniera de sonido, productora, arreglista vocal, he sido mánager; mejor dicho, me he puesto varios sombreros, como dicen por ahí, en la industria de la música.
Realmente siento que todo eso va sumando, y multiplicando.
No tengo ese problemita de no saber exactamente ¿qué hace un productor?, ¿qué hace el ingeniero? Yo puedo ser la ingeniera de mis propias voces, editar, y mandar el trabajo a producir.
¿En cuál te sientes más cómoda y cuáles son las virtudes que tienen cada una de esas facetas?
Me encanta la ingeniería, la física, los números, las máquinas, todo. Entonces, me siento muy cómoda grabándome a mí misma, o sea, siendo a la misma vez la artista y la ingeniería en el computador editando.
También, me encanta usar los programas de grabación. En realidad, me encanta tener todo el control de mis 40 canales de voces, que a veces son sesiones muy grandes. Me siento muy en control de eso, y siento que así encuentro más fácil mi sonido.
¿Cuáles son los mensajes escondidos en la letra de sus canciones?
Son historias, obviamente personales, que he sentido, que he vivido. Como he sacado ya varias canciones. Siento que esas letras se empiezan a sumar en un lenguaje híbrido de autosuperación, como de amor propio.
Siento que es un mensaje muy de empoderamiento, así que prefiera utilizar otra palabra para nombrarlo. Es simplemente un lenguaje de crecimiento propio.
¿Qué es lo igual en sus letras a las historias de otras mujeres?
De igual todo, porque, aunque yo las escribí, son las historias de otras mujeres, que han sentido y vivido situaciones semejantes.
No me etiqueto como feminista, pero sí siento que represento esa fuerza que tenemos las mujeres.
¿Qué es lo que Dicen… según la letra de su canción?
Dicen es mi penúltimo sencillo. Es una canción completamente feminista en su letra. Está diciendo: “Me di cuenta de que puedo sola”, “Renací”, “Hay llamarada en mí”. Son palabras muy naturales, muy profundas, que se pueden replicar en cualquier lugar, en cualquier persona.
Yo siempre he dicho que no quisiera caer en el cliché de que mi música es solo una relación de amor romántico, son muchas sensaciones más.
Y fue una decisión propia y difícil decir “renuncio”, y voy por lo mismo, y sigo renunciando poco a poco.
Sigamos en el recorrido por sus canciones. Diga el nombre de tres de sus canciones y la emoción que suscita cada una…
La primera se llama: Te veo, es un llamado de atención. Habla de un amor libre, tranquilo, sin apego, sereno.
Tres, siento que es feminista, es como la palabra empoderamiento femenino, es fuerza y decisión, y sensualidad también.
Aire, es lo opuesto, perdí el control, pero ya lo viví, lo pasé, y ahora me río.
Es que mis canciones son como un playlist de emociones, algunas felices, otras difíciles. Es entender cuál es ese mundo paralelo donde existen o donde pueden existir. Son también una también o el sentido de la espiritualidad.
¿Hace cuánto vive en El Poblado?
Desde siempre. Vivo en El Poblado porque mis padres se vinieron para acá en el año 1989. Yo nací aquí, en el año 1993, y aquí, literalmente, he estado entre las mismas cuatro cuadras.
Me fui a estudiar a Estados Unidos hace siete años, pero regresé a mi barrio, a mi casa.
Camino cerca de la guardería en la que estuve de niña, detrás de Vizcaya, y sigo hasta una cuadra más arriba de Provenza, en donde tengo mi estudio, esa es toda mi vida. No hay que mirar el mapa. Son cuatro cuadras, mis cuatro cuadras.
¿Cuáles son sus lugares favoritos del barrio?
Yo me la pasaba de la casa al colegio y del colegio a la casa. Pero, recuerdo mucho mis tardes en Provenza, entre conciertos; especialmente en diciembre. Ese es un recuerdo muy lindo que tengo.
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Me gusta caminar por las calles ciegas de Provenza, hacia arriba, y salir a La Inferior. Son mis recorridos, los que he encontrado caminables, siempre muy lindos.
Soy vegetariana, y en Provenza tengo mis restaurantes favoritos para comer. Además, se volvió una zona muy accesible. Cualquier cosa que necesito la puedo encontrar a pie en el barrio.
En El Poblado hay mucha agua, y con tanto verde presente, con tanta humedad, acá se concentra un olor específico, que es mi infancia, es mi vida.
Mi casa, en este momento, es la casa de mi abuela. Entonces, es como si todo devolviera en el tiempo.