A partir de una denuncia de la comunidad, llegamos a la próxima sede que la cadena Farmatodo tendrá en el sector de San Lucas, en El Poblado. Ruido, cambios en la naturaleza de la licencia y dudas sobre el cambio en la vida ante un local que funcionará las 24 horas son algunas inquietudes manifestadas por los vecinos. Farmatodo y Carlos Alberto Gutiérrez, subsecretario de Gobierno y Convivencia responden al respecto.
Es fin de semana y afuera el ruido es específico y perceptible: hay voces de personas que trabajan con taladros, martillos y herramientas. En un lapso de varias horas, las pausas son escasas; los vecinos explican: la construcción de la sede de Farmatodo en el sector de San Lucas, en El Poblado, avanza con velocidad. Cuentan que durante algunos sábados o domingos, las labores pueden extenderse hasta las 9 de la noche o más.
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La gente que vive en el edificio Torre del Este envió una carta el pasado 19 de agosto a los directivos de esta cadena de farmacias y también escribieron a los encargados de la arquitectura y diseño del edificio en construcción. En el texto, los vecinos manifiestan su inconformidad ya que, según ellos, la Curaduría Urbana Cuarta de Medellín concedió licencia de construcción “para intervenir una copropiedad existente “en las modalidades de demolición parcial, ampliación y adecuación” y no especificaron que se trata de una construcción nueva.
Como consecuencia de la licencia otorgada, continúan los vecinos con su explicación, el uso del suelo cambia de vivienda a comercial, por tratarse de una zona de “mixtura media” que permite la existencia de viviendas junto a locales comerciales. Esto los lleva a preguntarse qué pasará cuando esa farmacia comience a funcionar las 24 horas del día (como se tiene previsto) y hasta ella lleguen vehículos y domiciliarios.
Los vecinos y firmantes de las cartas afirman que “después de la primera carta se intensificaron las labores de construcción y algunas personas se preguntan si esto ocurrió con el fin de evitar alguna sanción que lleve a una probable detención de la obra”.
Adicionalmente, muestran un documento radicado ante la subsecretaría de Gobierno local y Convivencia, en el que manifiestan su incomodidad ante los trabajos nocturnos. También cuentan que policías de la inspección 14 B han llegado hasta la construcción, pero dicen que no ha habido ningún cambio, para bien, en la situación de ruido.
Preocupación por el futuro
Los vecinos de la futura sede de Farmatodo en el sector de San Lucas agregan que la operación de esta farmacia junto a su edificio traerá algunos beneficios que reconocen, pero no desean cualquier circunstancia: “Celebramos los proyectos que traen progreso a la ciudad y al país, como es el crecimiento de Farmatodo en Colombia. De existir quebrantos a la ley en aspectos tan fundamentales como los que estamos señalando, eso significaría un retroceso, en adición a los perjuicios que causen”, escribieron en una carta que fue enviada por correo certificado a Farmatodo y a la empresa constructora.
Los vecinos también agregan que Manuel José Vallejo, arquitecto y curador que otorgó la licencia, “no atiende el derecho de petición de los vecinos”. La obra fue visitada por una funcionaria de la Secretaría de Control Territorial, quien no pudo realizar una inspección detallada y se comprometió a enviar un reporte a la inspección de policía y a ejecutar otros trámites para responder a la comunidad.
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Carlos Alberto Gutiérrez, subsecretario de Gobierno Local y Convivencia, cuenta que la Secretaría de Gestión y Control Territorial estuvo en contacto con el director de la obra para conocer las razones del ruido y trabajos nocturnos. Este manifestó eventos de “fuerza mayor” durante el sábado 21 de agosto; debido a un retraso de un proveedor y a las características del material, fue necesario hacer un “vaciado de cemento”. Y aclaró que las labores se desarrollan en un horario de lunes a sábado entre las 7 de la mañana y las 5 de la tarde. “No se tienen más reportes de quejas en la inspección 14 B relacionadas con perturbación del ruido y el proyecto. Por esto no hay méritos para continuar con actuaciones administrativas de la policía. Estaremos atentos en caso de que surjan”.
Denuncias como esta generan preguntas que aplican para otros barrios y sectores: ¿Es posible lograr una convivencia entre negocios y edificios residenciales? ¿Al final, muchos de los barrios se convertirán en zonas comerciales, como ya ha pasado en otros sectores de El Poblado?
“Queremos atender el llamado de la comunidad”
Farmatodo llega a Medellín después de estar en Barranquilla, Bogotá, Cartagena, Cali y Valledupar. Se estima que la inversión total en Medellín será de aproximadamente 38 mil millones de pesos hasta el 2025 y creará alrededor de 400 empleos directos. Esta cadena viene con la promesa de asesoría personalizada en belleza, servicios gratuitos de inyectología y glucometría, atención las 24 horas y entregas rápidas en domicilios.
En una carta dirigida a Vivir En El Poblado con el fin de responder a las inquietudes que genera la obra y han sido manifestadas por la comunidad, las directivas de Farmatodo expresan que para ellos “es muy importante el bienestar que proporcionamos en el sector de las zonas que consideramos para el posicionamiento de nuestros establecimientos de comercio”.
Y agregan que “entendiendo que una construcción como la de nuestros locales genera molestias y algunas incomodidades, siempre estamos dispuestos a recibir y atender los mismos con el fin de mitigar las posibles afectaciones que se presentan en estos procesos”. Explican que antes de una nueva sede, realizan estudios previos muy rigurosos para analizar la viabilidad y la normalidad. También dicen contratar a “expertos en materias de construcción y desarrollos comerciales”.
Sobre el caso concreto de San Lucas cuentan que dentro del inmueble “existía previamente una copropiedad de tres viviendas, cuyo uso se encuentra habilitado para comercio”. Dicen haber cumplido la totalidad de requisitos para construir un local con las especificaciones de sus tiendas. Y agregan que “se dio cumplimiento a la publicación del aviso o valla que ordena la norma, así como se allegó a la Curaduría los datos de predios colindantes para la notificación del mismo”. Consideran que esto permitió a los vecinos y a la comunidad pronunciarse o proponer objeciones a la obra, pero estas “nunca se presentaron”.
Respecto a las quejas sobre el ruido y los horarios de trabajo explican que se atendió la solicitud de la comunidad y por esta razón, a partir de ahora, no se podrán ejecutar labores después de las 6 de la tarde y no podrán trabajar los domingos y festivos. “Queremos atender el llamado de la comunidad y minimizar al máximo las molestias ocasionadas”.