“Cordial saludo. Llamado a los habitantes del sector de la quebrada La Volcana para poner cebaderos para este hermoso ejemplar que baja por la quebrada hasta el edificio Torreón de Las Vegas (carrera 48 No. 4 Sur – 400, El Poblado, Medellín) y otros animales como iguanas, zorros, ardillas, entre otras especies más”.
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El anterior mensaje, acompañado de una foto que se tomó de internet, se ha viralizado entre los habitantes de la Avenida Las Vegas y la quebrada La Volcana que divide el suroriente de la ciudad, además de otras comunidades en Medellín y el Valle de Aburrá.
Vivir en El Poblado consultó con la autoridad ambiental sobre la veracidad del mismo y acá le contamos lo que encontramos.
Para empezar, es importante caracterizar la especie, la imagen corresponde a una Cuniculus paca, “es de gran tamaño, les dicen guaguas, lapas o pacas”, detalló Laura Suárez Escudero, bióloga del Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre (CAV) del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Amva.
Los individuos guagua son solitarios, nocturnos, silvestres, no son animales dóciles, por el contrario, son esquivos, tratan de evitar en lo posible a las personas. A su vez son muy rápidos, a pesar de que son robustos.
Por eso, la única manera en que de pronto se haya hecho una captura de este individuo, como se aprecia en la imagen que rota en redes, sería a través de una cámara trampa; es más, los biólogos aseguran que esa sería la única cámara que puede capturar este tipo de individuo. Por tanto, ese registro fotográfico que se ha viralizado crea mucha inquietud, mucha duda.
Para continuar, se debe hacer claridad sobre si habita en la zona urbana de Medellín y ¿en qué zonas? y si ¿está en El Poblado? Ante esto, Laura Oyola Ceballos, también bióloga en el CAV relató: “Como tal, los reportes han sido escasos. Pero se han reportado en Barbosa, La Estrella y hay un reporte de una población cerca del Parque de la Conservación (antiguamente Zoológico Santa Fe), relativamente grande, que posiblemente viva como a las orillas del río Medellín”.
Aunque no se descarta que la guagua habite El Poblado, específicamente en la quebrada La Volcana. Sería bueno también realizar un monitoreo en la zona, para descartar o reafirmar que esos individuos se están moviendo por esa área.
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Una característica principal de ellas es que son muy buenas nadadoras. Entonces, el río puede ayudar al desplazamiento de estos individuos dentro de la ciudad, tanto en zona urbana, como rural, coincidieron las biólogas.
Aún así, “es complicado decir que está o no está, porque los estudios han sido más bien escasos. Lo único que está claro es que sí hay unos individuos que rodean el antiguo zoológico”, insistió Oyola Ceballos.
Y continuó: “Más no sabemos si esos individuos hayan sido algún escape del zoológico o hay gente también que cría guaguas en la casa, porque la carne de este animal es muy apetecida y, lastimosamente, las personas por desconocimiento, por deshacerse del animal, los liberan, los dejan a la intemperie en cualquier lugar de la ciudad”.
¿Qué tan buenos son los cebaderos?
Igualmente, es importante saber qué tan cierta es esa afirmación del mensaje que circula en redes de que hay que alimentarlas, para conservarlas en la zona urbana. Realmente, los cebaderos tienen una relación directa entre los animales de fauna silvestre y las personas, independientemente de que sean guaguas o no.
“Donde hay cebaderos vamos a encontrar fauna, ya sea en cebaderos, depósitos de basura, entre otros; entonces la invitación es a que no coloquemos cebaderos, porque no es necesario. En nuestro Valle de Aburrá, que es un territorio lleno de flora, es muy fácil encontrar fauna silvestre en zona urbana, y no es necesario que pongamos cebaderos como tal”, respondió Suárez Escudero.
Entonces, ¿cómo se debe actuar ante la curiosidad, cuando la gente quiere ver los animales (en este caso las guaguas)? La consideración es simple, está en nuestra información como arrieros que somos, sembrando flora, nuestras plantas y flores en el Valle de Aburrá las alimentan y permiten que se conserven. Por tanto, expresó la bióloga Laura Suárez Escudero: “lo ideal es que las personas no coloquen cebaderos”.
¿A qué riesgos se enfrentan los animales con los cebaderos?
El principal riesgo de los cebaderos que las personas instalan en la zona urbana es la dependencia que se crea de la fauna silvestre hacia los humanos, “porque el día que una persona deje de ponerle alimento en sus cebaderos a aves o a algunos mamíferos, entonces estos individuos no van a ser capaces de buscar su propio alimento, y qué va a pasar con ellos, se van a morir de hambre”, dijo Laura Oyola Ceballos.
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En Medellín hay muchos árboles frutales, especialmente en El Poblado y Laureles. Las biólogas del CAV educan en que los animales son capaces de ir a buscar su propio alimento, y por eso las personas no tenemos por qué alimentar a ninguno, “tampoco poner agua con azúcar, en el caso de los colibrí, absolutamente nada. Lo que sí es importante que todos hagamos es no permitir que miembros de la comunidad realicen tala de árboles frutales y sembrar cada vez más plantas con flores”, afirmó Súarez Escudero.
También, porque los cebaderos atraen a los gatos y a los perros domesticados para hacer ataques a la fauna silvestre.
Claramente, al ponerles alimentos frutales o desperdicios de comidas a los individuos de fauna silvestre son cebados, de ahí el nombre de cebadero, por cualquiera que sea el alimento que le pongan y así los mismos humanos se exponen a ser atacados por un individuo silvestre.
¿Cuál es la mejor forma para admirar a los animales silvestres?
“Todos pueden admirar a la fauna silvestre que hay en los alrededores de la zona urbana de Medellín de manera libre, y hasta hacer registros fotográficos y hacer filmaciones para poderlas compartir entre sus amigos, pero lo que no se debe hacer es capturar a estos individuos o quedarse con ellos en las casas. Verlos libres es la mejor forma de conocer de ellos”, recomendó Laura Oyola Ceballos.
Ahora, la facilidad de la era digital permite a las personas buscar en la red información de cualquier especie animal que se divise en el territorio, buscar sus datos curiosos. No obstante, si se tiene alguna inquietud, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, como autoridad ambiental, está dispuesto a informar a las comunidades acerca de cualquier especie que habita en el territorio y, de llegar el caso, también acompaña la investigación, con autoridades científicas y otras corporaciones ambientales, tras el reporte de visitas inéditas de cualquier animal en este valle.
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La Línea de Emergencias del Área Metropolitana: 385 60 03 y el correo electrónico: [email protected]. son líneas de comunicación para reportar a animales que estén heridos o que se observen vulnerables, en malas condiciones. Pero los operadores de esta línea también ofrecen recomendaciones ante un avistamiento, como es el caso de esta guagua o de alguna otra ave o mamífero.
Además, la comunidad del barrio donde sea avistada cualquier especie silvestre puede hacer un PQR al Área Metropolitana para que la entidad les dé una asesoría o puedan ir a hacer monitoreo de la zona y establecer cuáles problemáticas están presentando estos individuos en la zona.
¿Por qué no replicar este tipo de información viralizada?
Laura Suárez: “Replicar no es la forma correcta de actuar. Se debe verificar con la autoridad ambiental, principalmente, porque ante el desconocimiento esto lo que hace es generar una cadena de pánico, entre la comunidad, que finalmente perjudica es al animal silvestre, porque lo expone ante las personas que lo quieran cazar”.