En el Parque Natural Cerro El Volador fueron avistadas 14 aves migratorias en octubre, el mes de la migración boreal de la fauna silvestre desde el norte en su desplazamiento al sur del planeta, en busca de mejores condiciones climáticas y mayor disponibilidad de alimento durante los meses de invierno.
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Según Lina Marcela Rendón, subsecretaria de Recursos Naturales Renovables, algunas de estas aves se quedan largos periodos en los ecosistemas estratégicos de Medellín y otras de forma definitiva.
Las aves migratorias avistadas son:
Buteo platypterus o Gavilán aliancho
Catharus ustulatus o Buchipecosa o Zorzalito de Swainson
Contopus sp o Pibí.
Mniotilta varia o Cebrita rayada
Myiarchus crinitus o Atrapamoscas copetón
Parkesia noveboracensis o Reinita de humedales
Piranga rubra o Piranga roja
Setophaga castanea o Reinita castaña
Setophaga petechia o Reinita dorada.
Tyrannus tyrannus o Sirirí norteño
Vireo flavifrons o Verderon cariamarillo
Vireo olivaceus o Verderón ojirrojo.
“Las aves migratorias no solo son simples visitantes, sino que cumplen roles específicos en los ecosistemas que ocupan durante la migración. Su presencia muestra buenas prácticas de conservación en componentes de hábitat y alimentación en las zonas de reserva y ecosistemas estratégicos de la ciudad”, indicó la subsecretaria.
La bióloga Natalia Yepes Arcila consideró que estas especies prestan varios servicios ecosistémicos para el ser humano y la vida del planeta, como la regeneración de los bosques por la dispersión de semillas y con ello la regulación para la disponibilidad de agua.
Adicionalmente, tienen un efecto directo como controladores de poblaciones como ratones e insectos y contribuyen con la polinización de las flores para la fructificación de plantas y árboles.