De acuerdo con hallazgos de la Organización Mundial de la Salud, una de cada tres mujeres y uno de cada cuatro hombres no realizan los niveles de ejercicio recomendados para mantener la salud.
La vida sedentaria muy en silencio captura las horas y, con el paso del tiempo, amenaza la salud a niveles incluso de riesgo de perder la vida: enfermedades cardiovasculares, diabetes, demencia y cáncer. Causa, de las principales, de muerte prematura: eso es el sedentarismo.
Las razones, agrega la OMS, se ubican en el tiempo de ocio, por participación insuficiente en actividades físicas, también en las jornadas laborales y domésticas, porque el gasto de energía es menor del necesario, además en el aumento del uso de los medios de transporte pasivos.
La reducción de la actividad física, a juicio de Diego Soraires, exgerente regional de la marca Nike, también se explica en la tecnología: “Es como si la sensación de hacer deporte se hubiese trasladado al plano digital, a los e-sports”, dijo en declaraciones a Analítica Sports.
Hay que moverse, el tema es serio. Entretanto, a la pregunta ¿cuáles son los tres aspectos más importantes para su calidad de vida?, realizada por Medellín Cómo Vamos, la ciudadanía respondió: salud, educación y empleo. ¿Y hacer deporte? Novena prioridad. Lina Bedoya, referente de estilos de vida saludable de la Secretaría de Salud de Medellín, señala que mientras en 2011 el 20% de la población reportó que realizaba actividad física, para 2016 creció a 46%. “Es una mejoría, pero los esfuerzos deben aumentar”, dice.
No se percibe una relación entre salud y deporte, mientras la OMS pone, en teoría, una tarea fácil: cada semana habría que realizar al menos 150 minutos de ejercicio moderado o, en otro nivel, 75 minutos de actividad vigorosa.
Víctor Arboleda, doctor en Epidemiología y magíster en Salud Colectiva, es aun más riguroso. En su opinión, cumplir la regla de los 150 o los 75 minutos no es suficiente porque la actividad laboral también genera sedentarismo. “Cobran importancia las pausas activas, al menos un par de minutos cada hora. Se ve como una afectación a la productividad, pero es todo lo contrario: un trabajador con buena salud no representa cargas económicas”, agrega Arboleda.
Son 22 minutos por día, más los dos minutos por cada hora. Hay que moverse, se debe fijar como un reto de vida personal, pero también hay que revisar la capacidad de soporte que ofrece la ciudad: ¿Tiene Medellín las suficientes calidades ambientales, de seguridad y de orden en el espacio público para que los ciudadanos salgan a cuidar su salud? ¿Están creadas las condiciones para que la población considere la actividad física como prioridad? Pobres las ciudades cuyas posibilidades para sus habitantes están limitadas a los espacios cerrados, privados, con celador y con cobro.