En Medellín, la caída de árboles se ha convertido en una preocupación recurrente. En lo que va del año, se han registrado cuatro incidentes fortuitos y más de 500 ejemplares están pendientes de remoción, 27 de ellos con ficha de riesgo. Ante esta situación, la Alcaldía y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá han intensificado los controles para mitigar los peligros y evitar nuevas emergencias.
Según el secretario de Infraestructura Física, Jaime Andrés Naranjo Medina, la caída de árboles no solo está relacionada con su edad o el estado del suelo, sino también con factores como la desnutrición, plagas, construcciones cercanas e incluso actos de vandalismo. En 2024, la ciudad realizó 1.430 talas, mientras que en lo que va de 2025 la cifra asciende a 82.
Las intervenciones están reguladas por el Decreto 1076 de 2015, que permite la tala de árboles en centros urbanos cuando representan un riesgo para la infraestructura o la seguridad de los ciudadanos. Sin embargo, algunos de los árboles que han caído en febrero no tenían antecedentes de riesgo, lo que ha generado preocupación entre los expertos.
El Área Metropolitana del Valle de Aburrá, como autoridad ambiental urbana, sigue evaluando el estado de la red arbórea y acompañando las labores de gestión y vigilancia para equilibrar la conservación con la seguridad en la ciudad.