Mientras en el Palacio de Nariño sonaban aplausos, los gobernadores esperaban con angustia la presencia de los ministros y el Comisionado de Paz para resolver el problema más grave del país: la seguridad.
En esta tragicomedia a la que asistimos los colombianos todos los días, sí que estuvo reflejado el país en el capítulo del lunes 5 de junio: mientras nos aturdían los escandalosos audios del exembajador Benedetti, publicados por la revista Semana en la tarde del domingo, 25 gobernadores asistían en Bogotá a un Encuentro de Seguridad Nacional por los Territorios, convocados por la Federación Nacional de Departamentos.
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Habían invitado, por supuesto, a los ministros de Defensa y del Interior, y al Comisionado de Paz. Ninguno asistió. Ellos estaban encerrados en el Palacio de Nariño, tratando de entender la dimensión del boquete abierto en el Gobierno por una andanada de fuego amigo. El país en llamas, el rancho ardiendo, y el gabinete presidencial recibiendo a su jefe con aplausos, porque, claro, la noche anterior él les había mandado en Twitter un mensaje consolador: “¿Intranquilos? ¡Qué va!”.
En la agenda informativa, en medio de las palabrotas y las preocupantes revelaciones del exembajador de Venezuela, los mensajes de los mandatarios regionales competían por ser escuchados
Mientras tanto, el país real, el país profundo, reflejado en los reclamos dolorosos de los gobernadores. En la agenda informativa, en medio de las palabrotas y las preocupantes revelaciones del exembajador de Venezuela, los mensajes de los mandatarios regionales competían por ser escuchados.
Lo dijo Juan Guillermo Zuluaga, gobernador del Meta: “Los bandidos están creciendo, y si no los paramos ya, esto será incontrolable. Este es el principal problema que tenemos”. A sus trinos se unieron los de los gobernadores de Córdoba, Orlando Benítez; del Valle, Luis Alfonso Chávez; del Quindío, Roberto Jairo Jaramillo; y de Antioquia, Aníbal Gaviria Correa.
Al finalizar la reunión, los gobernadores deploraron la ausencia de los funcionarios del Gobierno Nacional, y lograron unir a su llamado a algunos mandatarios locales, incluida Claudia López, alcaldesa de Bogotá, en una propuesta concreta: realizar un Taller de Seguridad Nacional. “Me uno al llamado de urgencia que hacen los gobernadores sobre el grave deterioro de la seguridad en el país -dijo la alcaldesa López-. Se requiere eficacia, contundencia y coherencia en las órdenes nacionales a las fuerzas militares y de policía para combatir el crimen, y trabajo conjunto y armónico con la Fiscalía y la Rama Judicial para vencer la impunidad”.
El martes 6 de junio, el llamado fue atendido (al menos) por el ministro de Defensa, Iván Velásquez: “Acepto de inmediato esta propuesta de Aníbal Gaviria y de otros gobernadores y alcaldes del país, para que en mesas técnicas el Gobierno Nacional y autoridades territoriales definamos estrategias concretas que permitan avanzar en la construcción de seguridad en campos y ciudades”.
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Muchas voces se están uniendo en Colombia para que el Gobierno gobierne. La propuesta de realizar estas “mesas técnicas” para atender conjuntamente el problema más grave que tenemos en este momento es un llamado a pasar de la palabra y del click a la acción. Lo dijo el gobernador de Antioquia en una entrevista radial: “Se trata de un taller de trabajo; ya no nos podemos quedar solo en denuncias o declaraciones”.