Obra original: “El Fantasma de Vivir“ • Autor: Germán Londoño • Técnica: Óleo y tinta sobre lienzo • Fecha: 1998 • Diseño gráfico: Vivir en El Poblado
Con ocasión del año 25 de circulación ininterrumpida, que cierra este 8 de noviembre, Vivir en El Poblado quiso celebrar con un regalo para la ciudad y de varias iniciativas posibles escogió los especiales VIVIR EN MEDELLIN: con la participación de veinte destacados cronistas de la ciudad, hacer un recorrido por las 16 comunas y los 5 corregimientos que conforman el municipio.
Un sueño cumplido, el poder acercar el conocimiento entre todos y expresar con nuestro modelo de prensa sectorial e independiente que hay que enmarcarse en un entorno natural más amplio al que estamos obligados a mirar y comprender si de verdad queremos una ciudad sostenible y con futuro. Ojalá poder compartir estas percepciones desde la familia, núcleo básico de formación de valores, y transformar la idea de no hablar de temas “malucos” en oportunidades de afianzar la tolerancia, la admiración por el otro, los aprendizajes y la sensibilidad que nos permita sembrar semillas desde cualquiera que sea la plataforma de vida que nos soporte: la belleza, la justicia, la equidad, la innovación, la educación, el arte, la tecnología. En fin es posibilitar la suma de esfuerzos diversos que permitan un camino mejor y más equilibrado de desarrollo.
Este fue un ejercicio muy enriquecedor porque nos permitió no solo tener muchas miradas sobre la realidad de ese universo sino también percatarnos de la inmensa variedad de paisajes urbanos y rurales que conforman la ciudad, y de la pluralidad de formas en que sus habitantes se relacionan con su entorno: cómo lo perciben, lo interpretan, lo sienten, lo viven… Esto se ve reflejado en las crónicas y no deja de generarnos diversos tipos de emociones.
Lo que finalmente vemos es una ciudad muy compleja, con muchas historias superpuestas, orgullosa de sí misma, consciente de sus logros pero además con una problemática social y humana marcada por un pasado violento, una ciudad que a veces la sentimos desbordada por su propia realidad; llena de aciertos, pero también de equivocaciones y, por qué no decirlo, de algunos pecados que en alguna forma y hasta cierto punto fueron o son colectivos.
Nuestro deseo es precisamente mostrar y mostrarnos la Medellín del 2015 como una forma de contribuir a entendernos, que es el punto de partida para perfilar nuestro futuro.
Hoy nuevamente damos las gracias a nuestro fundador Julio Posada Aristizábal (qepd) y le decimos que diariamente tratamos de ser fieles a su legado, luchando, desde el periodismo, por tener una ciudad mejor para todos.
María Eugenia Posada Aristizábal
Directora
Esto piensan de El Poblado
Fernando Ojalvo
Vicepresidente Asuntos Corporativos Grupo Sura. Es indudable la transformación que ha experimentado Medellín en los últimos 25 años y El Poblado ha sido una de las comunas protagonistas en este proceso. Más allá de los retos que hoy tiene en movilidad, espacio público y medio ambiente, hay aspectos que merecen ser destacados. Este sector ha impulsado con gran dinamismo la ampliación de la oferta comercial, turística, gastronómica y cultural de la ciudad. Muchas expresiones artísticas relevantes hoy en nuestro contexto, toman asiento en El Poblado, una zona que para muchos se ha convertido en escenario predilecto para el encuentro. Es maravilloso, por ejemplo, caminar un domingo cualquiera por la avenida El Poblado, mientras los ciudadanos disfrutan en un espacio de verdadera integración, en un ambiente sano y familiar. Es notable que este desarrollo que ha experimentado El Poblado, haya permitido la permanencia y la convivencia del sector más tradicional de sus habitantes, con los nuevos vecinos. Esto incluye a habitantes de diferentes condiciones sociales, que incluso tienen requerimientos diferentes al Municipio. En fin, entre retos y avances, El Poblado impulsa la dinámica de desarrollo de la ciudad y debe seguir siendo protagonista para construir esa Medellín amigable y sostenible que todos queremos.
José Alberto Vélez
Presidente Grupo Argos. “El Poblado ha vivido una dinámica de transformación en los últimos 25 años, con elementos que si bien pueden estar igual en las historias de otros sectores de Medellín, aquí toman matices especiales. Ser el lugar donde se fundó la ciudad, protagonizar su proceso de industrialización, atestiguar el crecimiento de la sociedad no sólo en términos numéricos sino además por la evolución del pensamiento, consolidar un ambiente propicio a los negocios, recoger lecciones y aprender de los dolores, servir de escenario a la proyección internacional y facilitar la exposición de distintas generaciones a la riqueza de la diversidad y la multiculturalidad, son algunos de los factores que valoro de El Poblado como conjunto de barrios que nos conectan con el pasado, el presente y el futuro. Por supuesto que existen muchos retos y que son múltiples los aspectos por mejorar. Pero hoy estamos celebrando los 25 años de nuestro periódico local y es una buena ocasión para reconocer lo que hemos vivido y logrado, al tiempo que reflexionamos sobre el papel clave que tenemos para que la transformación de Medellín no se detenga”.
Mauricio Vélez
Arquitecto, presidente de Convel SAS. “La transformación es total. El Poblado pasó de tener viviendas campestres, fincas y lotes de baja densidad, a ser una zona habitacional densa. Un porcentaje importante de personas empezó a ocupar este sector. Ese proceso no contó con un sistema de redes de transporte, vías y andenes que permitiera una conexión adecuada.
Tenemos un barrio congestionado, que ha logrado unos niveles de saturación. Sin embargo, ha logrado conservar un carácter verde y agradable. Existe cierta integración entre espacios verdes, árboles, vegetación, gracias a los retiros entre un edifico y otro. Se respira un buen ambiente alrededor y diversas especies de fauna le dan vida a la zona.
Centros comerciales, oficinas, clínicas, restaurantes, y hoteles de primer nivel, donde se maneja una alta calidad, se han convertido en referentes de ciudad. Esto genera congestión, pero crea un desarrollo adecuado y una buena mezcla de usos. No obstante, el control del ruido es un tema del que no hemos tomado conciencia. Aunque con lunares, El Poblado es un gran vividero”.
Margarita Gómez
Directora comercial de INformamodels. “En estos 25 años he visto quedarse detenidas en el tiempo a algunas partes de la comuna 14, mientras que otras han tenido un tremendo nivel de desarrollo arquitectónico y urbanístico, como la avenida El Poblado.
Recuerdo el sector de La Presidenta, donde existía el Restaurante de Álvaro, que hoy es un gran parque. Es muy rico ver como este lugar se ha transformado en un espacio abierto y lleno de gente joven que aprendió a disfrutarlo, a salir a tomar el sol, a hacer picnics, cosa que nosotros no hacíamos porque sentíamos como un poco de vergüenza. Durante este lapso también he sido testigo del nacimiento y crecimiento de toda una generación de empresas que son ejemplo del trabajo y la industria antioqueña, además de la entrada de empresas nacionales que actualmente nos posicionan como una de las comunas más pujantes y progresistas. Por nuestra parte, hemos trabajado estos años en el fortalecimiento y profesionalización del modelaje y creo que hemos logrado que hoy sea visto como una carrera seria”.
Luisa Nicholls
Diseñadora de modas. “Destacaría la evolución positiva en la oferta comercial, gastronómica y de moda en El Poblado. Antes eran muy pocos los lugares donde uno encontraba la variedad y calidad que abunda hoy, y uno tenía que desplazarse a estos sitios en carro, bajarse, parquearse… No es que en estos 25 años simplemente nos llenamos de cincuenta almacenes o de cien restaurantes, sino que proliferaron los espacios que deslumbran por la atención a los detalles; lugares mágicos que ofrecen lo mejor en sabores, en diseño, en buen gusto. Eso hace que nuestros barrios produzcan deseo de vivirlos, de conocerlos y de explorarlos a pie, ya que tenemos de todo a tres cuadras máximo. También me impresiona recordar que hace quince años uno salía únicamente los viernes y ahora la gente sale prácticamente toda la semana; los restaurantes están llenos los martes y a veces no se consigue una reserva en ningún sitio los miércoles. Estas son cosas que le han dado a la comuna 14 un aire parecido al de una ciudad grande y cosmopolita”.
Lina Hinestroza
Directora de Tripartita Comunicaciones y del movimiento Modo Rosa. “Nací y crecí en la Cra 36, al lado de la Divina Eucaristía, disfrutando de lo que nos ofrecía El Poblado como un espacio seguro donde todos nos conocíamos. Una infancia feliz culebreando en la quebrada, jugando tarro tarro y comiendo pomas. El barrio empezó a transformarse, los vecinos a convertirse en establecimientos comerciales, restaurantes y hostales. Fue un cambio drástico del ambiente familiar que se vivía allí; nos hizo sentir que nuestra historia de alguna manera se desvanecía.
Hoy es un espacio donde encontramos una variedad de restaurantes y almacenes que hacen de la zona donde me “crié” un lugar privilegiado para visitar. Es simpático que quienes vivimos allí cuando hacemos referencia a un nuevo lugar, decimos que es en “la casa de María, en la de los Mesa o en la de los Hoyos”. Siempre será un placer sentarme en lo que aquel entonces era el comedor, el salón o una de las habitaciones de estas casas, para disfrutar, ahora como restaurantes, de la amplia oferta gastronómica del sector”.
Julián Estrada
Antropólogo, cocinero y columnista de Vivir en El Poblado. “Hacia la década de los ochenta, El Poblado era un sector más rural que urbano. La comuna progresivamente cambió su uso y dejó de ser una zona serena y ecológica para saturarse de un mundo comercial, en un comienzo de élite. Con ello surgieron los primeros restaurantes en el sector con alguna caracterización o chefs/ propietarios al frente de los mismos, como La Cacerola, Sal y Pimienta y Gregorios. Con el pasar de los años, la ruta gastronómica que inicialmente se consolidó en El Poblado fue la variante de Las Palmas donde se establecieron reconocidos restaurantes como Monserrat, La Tranquera, El Rancho, Palmitas y Manhattan. Las transversales se demoraron mucho para tener una ocupación de restaurantes, sin embargo alrededor de finales de los años noventa en la zona de San Lucas, apareció uno muy famoso: La Curva de Alguien.
Quiero hacerle un reconocimiento a un restaurante, que sí lleva todos estos años en El Poblado, y es uno de los pioneros en la comuna: El Che. Así como destacar, entre otros, al Café Le Gris y a La Provincia”.
Gloria Cecilia Londoño
Rectora del colegio de la Compañía de María La Enseñanza. “Veo la evolución y el posicionamiento de El Poblado en la ciudad. En una época era apacible y con muchas zonas verdes. En los últimos años cambió lo habitacional y hay una reestructuración de los espacios con una combinación mixta.
Vivir en El Poblado es como un plus. Sus múltiples servicios invitan a seguir viviendo aquí y a que otros lleguen. La población ha variado. No solo está compuesta de familias tradicionales, sino de jóvenes creativos y familias jóvenes con niños. Es importante porque eso renueva. En otros sectores se quedan las personas mayores, aquí hay un flujo permanente.
La llegada de habitantes ha beneficiado el ingreso de población al colegio. También vienen de otros países como Brasil, México, Perú y Argentina.
La avenida de El Poblado con centros comerciales y la ciclovía, convocan a la recreación y el deporte. Pero hay un desafío en lo cultural.
Me parece interesante el papel que están haciendo los jóvenes de esta comuna en la formación del sentido de pertenencia y de participación ciudadana. Tengo un grupo de alumnas que participan en el Presupuesto Participativo y en los debates y eso es importante”.
Olga Uribe
Ingeniera electricista U.P.B. “El Poblado en estos últimos 25 años pasó de ser un barrio muy tranquilo, silencioso y con carácter residencial a ser un barrio de mucha oferta de comercio, diversión, oficinas, turismo, salud, educación, etc.
Uno pensaría que más de la mitad de la gente que circula por las calles de El Poblado viene de otros barrios en busca de todos los servicios que aquí se ofrecen, por lo tanto, sus antiguos moradores se han ido desplazando a otros municipios y a las partes altas del barrio.
Este barrio ya es el nuevo centro de la ciudad con las bondades e inconvenientes que tuvo el “Centro” de Medellín”.
Emilio Mejía
Sastre hace 30 años en El Poblado y habitante de El Chispero. “De El Poblado que yo conocí a El Poblado de hoy, hay una diferencia muy grande, que para bien va hacia el crecimiento, se está convirtiendo en el corazón de Medellín. En la parte central, la zona residencial se desplazó por lo comercial. Hay nuevos restaurantes, almacenes, oficinas y eso ha cambiado nuestra clientela, que era más sólida, ya hay más población flotante.
Hay al menos 60 talleres de reformas, pero sastres solo quedamos unos cuatro. Somos muy unidos y compartimos experiencias. La cafetería de la esquina, es nuestro tertuleadero. La sastrería es como la medicina, todos los días se aprende más. Lo que más me gusta es que con el nuevo movimiento de las escuelas de diseño, hay mucha creatividad y adquiero más conocimientos.
Donde vivo, en El Chispero, la vida es única, tranquila y segura. Todos se conocen y nunca han salido de ahí. De cierto modo estoy de acuerdo con el cambio que va a tener el barrio, por la obra en la 34, pero no por la vía. Se ha quedado estancado y esta es una oportunidad para los jóvenes de ver otro mundo”.
Catalina Botero
Fundadora y directora de la academia Play Dance. “Lo que más me gustaría resaltar de la comuna 14 es que es una comunidad cada vez más segura, incluyente y respetuosa de las diferencias; donde la solidaridad, el civismo y el amor por nuestra ciudad han hecho de nuestra gente y nuestra cultura un ejemplo a seguir en todas partes. En los últimos 25 años, El Poblado se ha transformado completamente. Pasamos de ser un espacio campestre lleno de fincas, a ser uno de los sectores de Medellín con más desarrollo comercial, financiero y hotelero. La evolución se evidencia también a nivel urbanístico, con impresionantes obras de infraestructura vial, edificios con múltiples usos y conjuntos residenciales que cuentan con diseños atractivos y vanguardistas. Actualmente promovemos espacios para el arte, el entretenimiento, el trabajo, el comercio y las inversiones, de manera profesional y clara para la región, el país y el exterior. Creo que la comuna 14 es un ejemplo de desarrollo reconocido y apreciado por sus residentes y visitantes, lo cual es digno de mostrarse a nivel mundial”.
Bernarda González
Presidente de la JAC de la loma de Los González. “El cambio ha sido muy grande. Dejaron construir demasiados edificios y no planearon las vías de acceso y ahora estamos colapsados. Se piensa que porque los políticos viven cerca se facilitan las cosas, pero no es cierto. ¿Qué podrá ser lo positivo? No soy de las que piensa que todo tiempo pasado fue mejor. Ahora tenemos facilidad para el transporte, los supermercados, las clínicas. Hace años sufríamos por eso.
En Los González, aunque no tenemos escenarios suficientes, se ha trabajado mucho por el deporte. La sede comunal es el sitio donde la gente se encuentra. Tenemos el billar y la cancha donde los muchachos juegan microfútbol, voleibol, tenis. Se reúnen los grupos de la tercera edad, de vida saludable, la escuela del deporte, los discapacitados. Y también es donde hacemos las fiestas y los sancochos.
Por aquí somos una familia, estamos pendientes, nos conocemos, nos damos cuenta de lo que sucede. No hay muerto que se quede solo. Me gusta mucho mi barrio. El día que me toque salir de la loma va a ser en cuatro tablas”.
Anita Botero
Chef y propietaria del restaurante La Cafetiere de Anita. “Desde el punto de vista gastronómico puedo dar fe de la gran evolución de nuestra comuna en los últimos 25 años. Cada vez son más los restaurantes, las alternativas, las posibilidades de proveedores.
En especial me gustaría destacar la positiva transformación de El Poblado como gran centro empresarial, que gracias a la pujanza e internacionalización de la ciudad, es visitado cada vez por más extranjeros que demandan más restaurantes como La Cafetiere y a quienes nuestros clientes invitan a este tipo de sitios gastronómicos.
Es una retribución muy grande, después de un esfuerzo permanente de 20 años de trabajo en el tema de la gastronomía, el tener un público que realmente aprecia todo lo que hacemos por la comuna.
También hemos tenido que cambiar nosotros no solo en ofrecer sitios más confortables, sino también en gustos, ingredientes y materia prima para poder seguir siendo competitivos y tener vigencia con el cambio”.
Familia Mesa
“Camino viejo de mi vereda por donde tantas veces pasé”
Para tantos y tantos pobladeños de verdad no es muy grato ver El Poblado en las circunstancias actuales. Al evocar el viejo Poblado viene a nuestra memoria una inmensa finca sembrada de arboles de guayabas, de pomas, de mangos; atravesada por quebradas de aguas limpias y habitada por familias numerosas, honestas, trabajadoras, alegres y sencillas.
Recordar la vida tranquila, añorar la paz y la confianza que se vivía entre vecinos y anhelar ese disfrute sin límites de la naturaleza, en contraste con la evolución que ha traído el progreso causa un impacto en el alma difícil de describir: el progreso ha cambiado los linderos de este paraíso llamado Poblado. De esa finca de ensueño que llevamos en el corazón con gratos recuerdos ya no queda mucho, solo encontramos edificios sobrepuestos, calles atiborradas de carros y motos, hogares desplazados por el comercio, relaciones pasajeras que remplazaron la vida de barrio…
A pesar de este sombrío panorama, hoy reclamamos este territorio como nuestro hogar y soñamos valorizarlo no solo con pesada infraestructura, sino con valores, lazos solidarios y un diálogo respetuoso entre pobladores, comerciantes, visitantes y turistas. Así, El Poblado del presente se reencontrará con esa tierra donde están nuestras raíces, y será ese lugar donde aún queremos vivir.