Estamos en un planeta distinto. Por estos días, las imágenes de tormentas e inundaciones ocurridas en diversas partes del mundo llegan hasta nosotros. Algunas han sucedido en lugares tan lejanos como España y otras ocurren en pueblos de regiones como el Oriente de Antioquia o en barrios de ciudades como Medellín.
Los efectos del cambio climático ya son evidentes y, por eso, las autoridades y actores en el sistema de prevención y atención de emergencias se han pronunciado al respecto.
Con base en sus reportes más recientes, ha quedado claro que la segunda temporada de lluvias de este 2024 comenzó en octubre y se extenderá hasta diciembre. Además de tratarse de un período invernal, a esto se suma el llamado Fenómeno de la Niña.
34 emergencias relacionadas con la lluvia reportaron los Consejos Municipales de Riesgo en Antioquia durante el mes de octubre.
En muchos de los casos, el tema del aumento de las lluvias no es tan simple como buscar refugio ante un aguacero. Los vendavales y llamados movimientos en masa se convierten en una amenaza directa contra las personas y animales, generan pérdidas económicas y cambian las formas de vida en los municipios.
A propósito de este tema, conversamos con Catalina Díaz, directora del área de Inteligencia del Riesgo de Presentes Corporación (antes conocida como Antioquia Presente), una organización de la sociedad civil que surgió hace 41 años y que ha estado en lugares del departamento y del país donde han sucedido tragedias.
10.082 personas resultaron damnificadas en Antioquia, como consecuencia de la primera temporada de lluvias del 2024, según la Gobernación.
Para adelantarse a los desastres y prevenirlos, trabaja actualmente con las comunidades. “Estas lluvias tienen acciones muy positivas en nuestros ecosistemas y contribuyen a la diversidad, pero la mala relación con los humanos y nuestras prácticas hacen que se presenten diversas situaciones que ponen en riesgo a las comunidades y ecosistemas.
30 % es el porcentaje máximo que
podría aumentar la lluvia en
regiones como Oriente, informó el
Dagrd.
Los posibles daños, las inundaciones y los movimientos en masa son la representación de las fallas en las decisiones y acciones de ordenamiento territorial”, explica Catalina Díaz.
Prevenir
Antes que esperar un llamado específico, hay que adelantarse, y en este sentido Catalina Díaz agrega: “Desde Presentes Corporación le apostamos a contribuir a una cultura en torno a la prevención del riesgo desde la acción anticipada.
“LA DEFORESTACIÓN, EL MAL MANEJO
DE LOS RESIDUOS Y LA ALTA OCUPACIÓN
DE ZONAS PARA LA CONSTRUCCIÓN
CREAN MÁS SITUACIONES EXTREMAS
CON EL RIESGO”, Catalina Díaz, directora del área de Inteligencia del Riesgo de Presentes Corporación (antes
conocida como Antioquia Presente).
Utilizamos Inteligencia Artificial, más los conocimientos de las comunidades y las características del territorio. También desarrollamos escenarios simulados que nos permitan generar una mayor apropiación de la información en las comunidades. Creamos un área llamada Inteligencia para la Gestión del Riesgo de Desastres y el Cambio Climático para acompañar los procesos de educación, sensibilización y preparación de los diferentes grupos. El cambio en el clima aumentará las pérdidas esperadas, en el futuro. Por eso es importante empezar a generar acciones de adaptación”.
Estar informados
Catalina Díaz recuerda que la Ley 1523 de 2012 establece la gestión del riesgo como un proceso social que involucra a todas las personas. Por esta razón, es necesario que haya un acceso fácil a la información y que esta cuente con una base científica para la “adecuada toma de decisiones”. También resalta la importancia de la preparación personal frente a los riesgos, en cada uno de los hogares.