“Ese edificio no se va a caer, le aseguro que no se va a caer. Lo voy a demoler yo”: Hernán Velasco, representante de Atila, jueves 21 de febrero, 6:50 p.m.
El representante de Atila en Medellín completó 90 implosiones con la del Edificio Mónaco, él resalta que es el resultado del trabajo de cerca de 140 profesionales durante 6 meses. Entre ellos participaron psicólogos, etólogos, ingenieros ambientales, ingenieros de estructuras, ingenieros de riesgo, ingenieros de contingencia, veterinarios de fauna silvestre y doméstica, entre otros.
El Mónaco cayó como estaba previsto en 3.2 segundos, al frente estuvieron 12 personas que tumbaron el edificio de 8 pisos. Pero Velasco resalta que para que ellas entraran también fueron necesarios estudio fotográfico, de riesgo, análisis de estructura, entre otras cientos de funciones silenciosas.
Velasco no sintió ninguna satisfacción particular por tumbar Space, Bernavento o alguna de las otras 87 edificaciones, pero en esta ocasión además de cumplir su trabajo tuvo un extra, él fue víctima del narcotráfico. En la década de los 80 tuvo que salir del país junto a su esposa e hija en medio de una madrugada, miembros de las Fuerzas Militares lo recogieron y con lo que llevaban puesto llegaron a un país europeo.
Para Velasco no es una historia que valga la pena contar, prefiere que su trabajo hable por él y este viernes 22 de febrero volvió a salirse con la suya, el Edificio Mónaco no cayó, él lo tumbó.