“Tal vez en el próximo foro mundial de urbanismo que se anuncia y que tendrá como sede la ciudad, no aparezca la disyuntiva de si la atención prioritaria de la nueva ciudad va de la mano del peatón o del motorizado, asunto que parece baladí y que no lo es, pues Medellín se casó con el vehículo y esto sería feo mostrarlo cuando la tendencia que se impone es apostarle a los medios alternativos y limpios de transporte…
“Ver los andenes de nuestra ciudad invadidos por el parqueo de vehículos, fracturados buena parte de ellos, con depresiones y resaltos donde se espejea el propietario del inmueble que lo adereza con mosaicos deslizantes para dañar y ahuyentar al que se atreva a pasar, no sería un buen ejemplo. Y esto se da al amparo de la dejadez e impunidad de los gobiernos municipales que no parten de ‘ciudad educadora’, como lo han pregonado algunos, que construye comportamientos a partir del espacio público generoso y que derivaría en ‘la ciudad para la vida’, porque la falta de actuación gubernamental, malogra esa posibilidad…
“La civilidad se construye desde la institucionalidad respetuosa de la ley. Si la prioridad es el motorizado, el vehículo, es explicable que los andenes y las zonas verdes (que son vida para el que camina y deja el carro guardado), estén a punto de desaparecer, convertidos en garaje colectivo, a costa de la seguridad del peatón que ha sido expulsado y se le ha negado el derecho a la ciudad sostenible. La apuesta por la movilidad debería partir por ofrecerle al ciudadano de a pie una red de andenes, como los que se han insinuado en algunos sectores afortunados, con diseño comprensivo de derechos para los discapacitados, pero es programa que marcha como tortuga mientras que a la construcción de vías se le da prioridad…
“El Poblado es una muestra de este acento en un sector donde el peatón es rara avis. Que para resolver el trancón se le recetan más vías no es acertado, cuando la experiencia y las conclusiones de los investigadores serios advierten que serán copadas tan pronto entren a funcionar; que la movilidad no se resuelve con más vías, sino fortaleciendo los sistemas masivos y limpios de transporte (en Medellín, capital de la hidroelectricidad, importamos gas para mover el metroplús y construimos Hidroituango)…
“Solo fortaleciendo alternativas como las ciclovías –que es política de salud pública– y andenes seguros para que la gente salga a caminar, se favorece una orientación correcta que permite construir una mejor ciudad, apartada de esa ilusoria pretensión de resolver el problema de la movilidad construyendo más vías, de las que al final solo se benefician los contratistas”.