Un poco más abajo de la oreja que permite conectar el flujo vehicular que baja de Las Palmas con Los Balsos, se pueden apreciar dos ejemplos de este tipo de estructuras precarias, cuya presencia vienen preocupando a residentes y visitantes del sector, tradicionalmente bien organizado y limpio. “Esta es la cara de entrada a la ciudad de mucha gente que nos visita y que quiere llegar a El Poblado por esta vía. Preocupa que las autoridades no hagan nada y dejen levantar estos tugurios espantosos, en el espacio público. A veces ofrecen escobillones o traperas; otras, parecen auténticas verdulerías. ¿Quién controla?”, nos comentó un lector.