La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) designó esrte 5 de julio a la región del Darién Norte chocoano de Colombia como reserva de biósfera, atendiendo una solicitud presentada por el país en septiembre de 2023.
El reconocimiento fue formalizado desde Agadir, Marruecos, durante la trigésima sexta reunión del Consejo Internacional de Coordinación del Programa sobre el Hombre y la Biosfera (MAB) de la Unesco.
“Este es un reconocimiento que completa la totalidad de las reservas que tenemos en Colombia. Ya vamos para siete. Eso significa que somos un país con un pensamiento integral en la salvaguarda de nuestra naturaleza y prácticas culturales”, afirmó Catalina Ceballos, directora de Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia.
En un comunicado, la Unesco indicó que la nueva reserva de biosfera en Colombia cuenta con una población heterogénea de 24.287 habitantes y está compuesta principalmente por pueblos indígenas y de origen afrocolombiano.
Igualmente, destacó que las comunidades locales participaron activamente en la presentación de la propuesta de designación a la Unesco, en particular los jóvenes y las mujeres.
En los planes de gestión de las zonas protegidas de la nueva reserva de biósfera se prevé la adopción de una agricultura sostenible, la mejora de la cadena de comercialización de los productos agrícolas y el fomento del plan de ecoturismo comunitario.
Mosaico de ecosistemas
El Darién Norte chocoano se localiza en medio de la vibrante ecorregión del Darién, dentro del Chocó Biogeográfico, sirviendo de puente de biodiversidad que conecta la fauna y la flora de América del Norte y del Sur, donde viven especies emblemáticas como la majestuosa águila arpía (Harpia harpyja) y las coloridas ranas venenosas.
Al abarcar un amplio mosaico de ecosistemas, que van desde exuberantes selvas pluviales tropicales hasta zonas marinas que se extienden a lo largo del Golfo de Urabá, la reserva cubre un vasto territorio de 3.016 km2, del cual casi el 40 % está constituido por zonas marinas.
“El parque arqueológico y el museo son un destino turístico. Narran la historia de la región, que llegó a albergar uno de los primeros asentamientos españoles en el continente americano, la ciudad de Santa María la Antigua del Darién, fundada a principios del siglo XVI”, destacó la Unesco en su declaración.
Según la corporación Codechocó, la nueva reserva de biósfera está ubicada entre los municipios de Acandí y Unguía, departamento de Chocó, y tiene una superficie de 301.625,46 hectáreas, que se distribuyen en 185.371,5 hectáreas en tierra y 116.254 en el mar. La zona protegida se extiende a seis resguardos indígenas y cuatro consejos comunitarios de este territorio del Mar Caribe colombiano.
Se trata de ecosistemas comprendidos por playas de anidación de tortugas, manglares, ciénagas, formaciones coralinas y ecosistemas rocosos.
Nominación fue presentada en 2023
Con la designación del Darién Norte chocoano como reserva de biósfera se fortalecerá la gobernanza territorial y el empoderamiento local, el fomento de actividades económicas basadas en la conservación de la naturaleza, la preservación de las culturas afrocolombianas, indígenas y campesinas, la inversión en productos forestales sostenibles, el mejoramiento de las tecnologías y las buenas prácticas agrícolas y el impulso de los mercados para productos comunitarios.
De acuerdo con la Cancillería, ahora en Colombia existen siete reservas de biósfera: Cinturón Andino, El Tuparro, Sierra Nevada de Santa Marta, Ciénaga Grande de Santa Marta, Seaflower, Tribugá-Cupica-Baudó y Darién Norte chocoano.
En el marco de la reunión en Marruecos, la Unesco designó en total de once nuevas reservas de biósfera en igual número de países: Colombia, Bélgica, Gambia, Eslovenia, España, Filipinas, Italia, Mongolia, Países Bajos, Corea y República Dominicana.
Las reservas de biosfera son uno de los pilares del mandato de la UNESCO como organismo de las Naciones Unidas dedicado a las ciencias. Cada reserva de biosfera promueve soluciones locales innovadoras de desarrollo sostenible, protege la biodiversidad y hace frente a la alteración del clima. Las reservas también ayudan a las comunidades locales e indígenas a través de prácticas como la agroecología, la gestión del agua y la generación de ingresos ecológicos.
Estas reservas contribuyen a que los países alcancen los objetivos aprobados en diciembre de 2022 en el contexto del Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal, que aboga por la creación de zonas protegidas que cubran el 30 % de la superficie terrestre y marina del planeta y por la restauración del 30 % de los ecosistemas degradados del mundo hasta 2030.