Uno de los planes más desbordados por estos días, especialmente para turistas nacionales y extranjeros, son los recorridos de las rutas fiesteras por vías de la capital antioqueña y municipios aledaños como Envigado e Itagüí.
“Llegamos de Murcia, España, hace un par de días y estamos felices con el paisaje, la gastronomía y las personas de Medellín. Estoy en este paseo con dos amigos. En nuestra tierra nos hablaron muy bien sobre este destino y nos sentimos fascinados. Esta noche iremos a ver las luces de Navidad y luego finalizamos con rumba”, comenta Ginés Giménez, turista ibérico.
Como él, cada noche cientos de visitantes criollos y extranjeros llegan hasta el parque principal de El Poblado, punto de partida de muchas de las empresas y operadores que prestan el servicio de las llamadas “chivas” rumberas o los party buses.
“Nosotros operamos unos 15 vehículos, algunos tienen el techo descapotable. En cada bus van entre 30 a 40 personas, cada una a $90.000, con derecho a una cerveza, dos degustaciones de comida; hacemos tres paradas. Tenemos un DJ que pone todo tipo de música: guaracha, ‘perreo’, reggaetón, lo que pidan. El recorrido dura cuatro horas”, cuenta May Peña, coordinadora logística de una de las rutas.
El plan atrae también a familias enteras de la ciudad y otras localidades antioqueñas. “Venimos del Oriente. Unos vecinos nos comentaron acerca de este recorrido y por eso lo vamos a hacer. Estoy con mi esposa, nuestros dos niños y los suegros. Nos vamos a divertir”, detalla Adolfo Estrada Pérez, visitante de La Ceja.
La afluencia y circulación de este tipo de vehículos, especialmente en sectores residenciales de El Poblado, ha generado algunos contratiempos en la movilidad y quejas por exceso de ruido. Incluso hace poco las autoridades neutralizaron un intento de atraco en uno de estos recorridos.
“Pudimos capturar a los dos presuntos atracadores. Invitamos a los usuarios y operadores a reportar cualquier anomalía a la línea 123. Igualmente, a la comunidad, si se siente perturbada en algún momento, que nos llame. La idea es buscar que haya convivencia y tolerancia. Que los visitantes disfruten de su recorrido, pero sin perturbar la tranquilidad ciudadana”, señaló Manuel Villa Mejía, secretario de Seguridad de Medellín.
También las autoridades de tránsito tienen la mirada puesta sobre las llamadas “rumbas rodantes”: “Nuestras unidades están ubicadas en los puntos de mayor afluencia de público. La idea es que estos vehículos no obstaculicen la movilidad y por esto tienen que acordar lugares seguros para descargar y recoger a los usuarios de manera segura”, explicó John Jairo Vélez, supervisor de la Secretaría de Movilidad de Medellín.