Por Luisa Martínez
Cada año, jóvenes de Antioquia emprenden nuevos proyectos de investigación que con intención o por casualidad, llegan a un espacio que ofrece la ciudad desde hace ocho años: Feria CT+I -Feria de Ciencia, Tecnología e Innovación-. Esta, es una iniciativa de la Secretaría de Educación de Medellín, EPM y el Parque Explora.
Durante esta semana, 550 participantes exhiben 170 propuestas de investigación en el Parque Explora. La premiación y los reconocimientos serán este sábado 31 de octubre, en el auditorio Camilo Torres de la Universidad de Antioquia y, los proyectos más destacados tendrán la oportunidad de representar a Colombia en ferias internacionales.
A continuación, algunos de los 12 proyectos que surgieron en los colegios de El Poblado y que fueron elegidos en el Inem.
Una casa autosostenible para el Chocó
La idea de una Eco Casa Autosostenible, fue de Valentina Córdoba, María José Angarita, Haider Stiven Jiménez y Nicolás Andrés Zamudio, estudiantes del grado once, interesados por el área de las ciencias naturales, en el colegio Inem José Félix de Restrepo.
Valentina Córdoba, Nicolás Zamudio, Carlos Mira, María José Angarita y Haider Jiménez
Valentina motivó la propuesta final de su proyecto. “Luego de visitar a sus familiares en el Chocó, llegó impresionada por la manera como viven las personas allí, solo una parte de la población cuenta con servicios públicos y no hay agua potable”, narra Haider Stiven Jiménez, el líder del grupo.
Los chicos se concentraron en ese territorio y crearon un prototipo de una casa con el objetivo de que sea autosostenible por el agua lluvia, y por medio de esta obtener energía, gas, y agua potable. Según explica Haider, la energía se produce por medio de una turbina que se mueve por el agua, y el gas se obtiene por la unión de agua y residuos orgánicos de animales, que generan gas metano.
“Veo una entrega total. No están esperando una nota, sino que quieren seguir adelante con esto”, comenta Carlos Mario Mira, su profe de química.
En la feria esperan que alguna entidad los apoye para comprobar si el prototipo es viable, pues piensan que también podría ser implementado en el Atlántico y el Amazonas.
En el colegio Compañía de María La Enseñanza, dos niñas de undécimo grado hicieron una investigación social.
A Juanita Velásquez, le llamaba la atención la programación neurolingüística (PNL) y a María Camila Londoño le preocupaba la ansiedad de las estudiantes cuando empiezan a enfrentar mayores responsabilidades. Juntas crearon el proyecto Somos lo que pensamos, que consiste en una investigación que analiza variables cognitivas del ser humano.
Juanita Velásquez, Gloria Martínez y María Camila Londoño
La PNL indica que por medio de sugestiones verbales se pueden cambiar rasgos simples y complejos de las personas, por eso se eligió como técnica para aplicarla en 13 niñas de noveno grado. Su objetivo es disminuir los niveles de ansiedad en las niñas mediante la realización de talleres.
En ellos se dieron cuenta, por ejemplo, de que hay elementos en el lenguaje de los profesores que pueden bloquear a las estudiantes como “este es el tema más complicado del año” o “esto es lo que no se les puede olvidar”.
Lo que más emocionó a las investigadoras es que las niñas que hicieron parte del experimento, les expresaron que había sido de mucha ayuda y que les gustaría la continuación de los talleres.
En el Inem José Félix de Restrepo también son buenos para las matemáticas. Tres profesores gomosos de la informática crearon un semillero en el que investigan cómo usar las TIC para desarrollar competencias en esta área del conocimiento. Así nació Fimatic, un proyecto al que se unieron estudiantes del grado décimo. “Ellos son los tesos en matemáticas. Eligieron la modalidad Procesos Matemáticos que ofrece el colegio para hacer el trabajo de grado”, cuenta el profesor, Óscar Santa.
Hoover Arbeláez, Valentina Espinosa, Héctor Álvarez y Luis Fernando Sánchez
Con el apoyo del Politécnico Jaime Isaza Cadavid, los chicos realizaron unas encuestas, desde 8° a 11°, para identificar en cuáles temas los estudiantes presentan mayores dificultades. Encontraron que un asunto fundamental y que el profesor debe volver a retomar cada año es la factorización. Por eso, luego de analizar los resultados de las encuestas, la siguiente etapa será crear una aplicación y un videojuego. “Queremos desarrollar una herramienta para que no sientas que vas a hacer una tarea, sino un juego, para que aprendas mientras te diviertes”, expresa Hoover Arbeláez, líder del grupo. Su motivación particular es encontrar una forma de educar diferente y aportar su conocimiento para otros compañeros.
Isabela Gaviria y Luisa Juliana Vallejo, estudiantes del grado quinto del colegio Marymount, recorrieron su colegio cazando bacterias. Con su proyecto Germ Jungle, investigan la biodiversidad microbiana de la institución. Dejaron cajitas con agar nutritivo durante un tiempo determinado, en baños, salones y pupitres, y tomaron muestras de agua, aire y superficie, para detectar qué tipo de bacterias crecían. “Queremos mostrarle a la comunidad educativa las bacterias que hay en el colegio. Hay unas buenas que están en el ambiente y que no nos hacen daño (saprófitas) y otras que nos pueden enfermar (patógenas)”, explica Luisa Juliana.
Luisa Juliana Vallejo e Isabela Gaviria
¿Por qué buscar microorganismos? “Mi mamá es microbióloga y a mí me gustaría ser como ella”, expresa Luisa Juliana, quien se emocionó cuando visitó el laboratorio de la universidad CES. A su vez a Isabela le gustó ver de cerca como crecían las bacterias y los hongos y entender que están en todas partes.
“Si sabemos cuáles bacterias tenemos en el colegio, podemos definir qué metodología de limpieza usar para evitarlas y prevenir la contaminación”, explica su profesora de Ciencias Naturales, Milena Pemberthy, quien ha guiado su proceso.