Por este sitio de El Carmen de Viboral pasan varios elementos de la naturaleza: viento, el calor del
sol, la neblina o el agua de la lluvia, en los días de invierno. Si respiras y guardas un poco del aire, sentirás un aire limpio, uno que no se encuentra en cualquier ciudad.
Aquí, en La casa de las nubes, también se pueden ver las estrellas, escuchar el sonido del silencio o empezar un recorrido por caminos con árboles, flores y aves del camino.
Desde que se visita este sitio o se habla con Mara Villa (creadora de este sitio junto a su esposo), se siente un aire familiar:“Este lugar llegó a nosotros a través de unos amigos que lo tenían. Estaba destinado a parejas. Junto a Isabela, mi hija, y con Lucas, quisimos enfocarlo en una conexión con la naturaleza y con el ser de cada persona. Por esto, es ideal para meditar, descansar, desconectarse o practicar algún deporte. Aquí, también es posible que cada persona cree su viaje, su experiencia.
También estamos abiertos a las posibilidades. No somos un hotel; somos una cabaña de experiencias enfocada en familias y en grupos de amigos. Este elemento nos diferencia, ya que la mayoría de glampings (cabañas con este tipo de estructura) se enfocan en parejas”, explica.
Su admiración por este municipio de Oriente es clara durante la conversación: “Nos encanta que esté en El Carmen de Viboral, porque este municipio reúne elementos maravillosos: caminos nuevos por explorar, bosque, senderos, ríos y charcos”.
Cuidar los detalles y la seguridad también se encuentran en La casa de las nubes, agrega Mara Villa: “Es un lugar muy seguro para nuestros huéspedes, porque estamos localizados dentro de lo
que se conoce como una ecoparcela, es decir, un lugar que tiene espacios propios y privados, y respeta las características de la naturaleza. También, nos interesamos en todos los detalles que hacen sentir bien a las personas. Le hemos puesto todo el corazón a este proyecto nuevo, lo disfrutamos, y hacemos con amor”.