¿Cuál es la responsabilidad de los miembros del equipo? Es una gran pregunta sobre lo que quisiera detenerme en este espacio. Si bien somos obsesivos con el rol del líder en la cultura organizacional, y son en definitiva los principales activadores y perpetuadores de la misma, los miembros del equipo también hacen parte fundamental de la ecuación. Estamos programados para seguir a los líderes o para comportarnos como líderes.
“La marca de un verdadero líder es aquel cuyo principal interés es capacitarte para que te dirijas a ti mismo, en lugar de atarte a él. Irónicamente, el falso líder siempre intenta aferrarse a ti, mientras que el verdadero líder siempre intenta deshacerse de ti. No hay absolutamente nada malo en mirar a otro con respeto o reverencia. Es una etapa completamente natural del viaje humano. La clave está en encontrar a una persona que te escucha de verdad. El verdadero líder es el oyente definitivo- Empatiza, tan profundamente con tu sufrimiento, que finalmente te darás permiso para abrazarlo sin miedo, lo que te permitirá trascenderlo”
Si queremos un equipo comprometido y actuando de forma colectiva, debemos pasar del modelo de las órdenes vienen de arriba y hay que obedecerlas a un modelo con verdadera autonomía y comunicación bidireccional. Acá está el truco, para que esto suceda esta mentalidad no debe venir solo de los líderes, los equipos deben aprender a hacerse cargo, tomar responsabilidad, decisión y acción.
No se trata de señalar al culpable de que no podamos vivir en este modelo, se trata de entender que nuestras empresas están evolucionando y todos podemos ser parte de la solución: No es sencillo, porque nos educaron en sistemas de , “porque así es y punto”, “aquí mando yo”, sin espacio al diálogo bidireccional. “El líder que no puede ser corrompido por el poder tiene verdadero poder a su disposición”. El verdadero liderazgo anima a la gente a no depender de los demás. Esa responsabilidad y confianza que se está aprendiendo a entregar a los equipos requiere personas con la capacidad de asumirla y recibirla.
Volviendo al líder, es su mentalidad impulsora, lo que determina qué tipo de seguidores o partidarios atraerá. Pasando de esquemas de miedo a esquemas de servicio, diseñaremos empresas que funcionan como verdaderos colectivos, donde cada quien se hace responsable de:
- ¿Cómo capacitarse?
- ¿Cómo desarrollarse?
- ¿Cómo aprender a ser un mejor miembro de equipo?
El juego está cambiando, organizaciones que permiten a los individuos más poder, creatividad y autonomía, lograrán una evolución de la conciencia colectiva, culturas, transformando no solo la forma de generar resultados, sino de generar un auténtico impacto en la sociedad. Para guiar verdaderamente a otra persona o grupo, necesitas dejar de lado tus propias opiniones y juicios y escuchar atentamente sus necesidades.
“Las empresas pueden verse como culturas enteras con su propia química y fuerza vital. Por primera vez se habla de los niveles de conciencia de empresas enteras”.
Si quiero elevar el nivel de conciencia de mi organización, no podríamos quedarnos solo en los líderes, todos deberíamos abrir en nuestras agendas, espacios para evolucionar nuestro nivel de conciencia. Es por esto que, para nosotros en Caramelo Escaso, todos hacen parte de la ecuación: todos participan, todos somos actores relevantes en el proceso de co-crear mejores lugares para trabajar.
*Algunos textos han sido inspiración del texto: Biodescodificación para un nuevo liderazgo de Verónica Bonilla